Humillación hasta el límite
Actualizado: GuardarAcabó el partido y Asier del Horno y Pedro López se acercaron hasta una esquina, donde se acomodaba la afición blanquivioleta, para lanzar su camiseta. Keko aplaudió desde la distancia. Más tarde, Borja atendía a los medios con la cabeza baja, mesándose la cabellera rapada en un gesto de frustración. También ellos sabían que 'lo' de Jerez no era una derrota más. No lo era por el rival, pero tampoco por la forma en que llegó. Con un Valladolid inferior desde el primer minuto, insulso, sin fuerza. Entregado a su rival, un Xerez animoso que quiere luchar hasta el final por su milagro particular. Onésimo salió de Chapín con sus seis puntos de 27 posibles, con la voluntad de seguir adelante intacta, sin saber si los resultados le acabarán costarán el cargo.