HABLANDO CLARO

Vísperas nuevas

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Vísperas nuevas nos vienen, para alegrarnos el alma. Vísperas del alborozo, de las vivencias calladas, de los recuerdos de antaño y de lo que nos aguarda. Visperales son los días de esta singular semana, que empezó con el recuerdo del Pregón en Villamarta, donde José Juan Gallardo puso olés por las gargantas, desde las altas plateas hasta el patio de butacas, y culmina en plenitud con un Domingo de Palmas, de procesiones solemnes, litúrgicas y esmeradas, de misas oliendo a flores, de aleluyas y de Hosannas, de nervios de mayordomos, de olor de cera rizada, de corbatas y de trajes, de camisas bien planchadas, de muchachos repeinados y de bonitas muchachas. Hoy es Sábado de gloria, que aunque aun la Gloria aguarda, a que el Señor resucite y nos alegre la Pascua, humildemente yo os digo, que hoy la gloria es la que baja, a besarnos por la frente y a acariciarnos la cara. Que la Gloria nunca espera para alegrarnos el alma, y como Santo Tomás sabiamente ya enseñara, todo bien es difusivo y se expande y se agiganta. Si no me creéis, andad, hasta la misma Constancia y veréis la Paz de Cristo como os atraviesa el alma. Veréis a Dios caminando, por las calles y las plazas, repasando la Pasión que por el hombre pasara para acercarnos el Cielo hasta las puertas de casa. Caminad a San Dionisio que está nueva y restaurada en su mudéjar de siglos y ya veréis como aguarda un Cristo humilde y paciente que le cuentes qué te pasa, y te puedo asegurar que si con Fe lo demandas no estará ausente el consuelo de los centros de tu alma. Conque..¡venga y hazme caso! No me pongas mala cara, vente conmigo a buscar al Salvador de las almas, perfúmate de naranjos, preséntate ante su plantas, rézale por lo que quieras, pídele lo que haga falta, y cuando nazca el Domingo que de los Ramos se llama, busca a Cristo en el Sagrario y en las maderas talladas, que Dios no pasa de largo cuando en su camino pasan las soledades del hombre o sus miserias mas bajas. Cristo saldrá a recordarnos esa pasión que pasara y volverá por tu lado a cruzarse en tu mirada. Anda, no lo pienses mas, ten mi mano si hace falta, que ese Cristo al que verás, ese Jesús de las tallas, es tan Señor y tan grande, tiene tan cósmica el alma, que convierte en gloria pura esa pasión que le aguarda y torna en Pascua de flores, el Domingo de las Palmas.