
Todos los clubes de alterne de la familia Galán han vuelto a abrir sus puertas
El Ayuntamiento de El Puerto asegura no saber aún si Turismo ha retirado los prostíbulos del registro andaluz de hoteles
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLas luces de neón vuelven a brillar con llamativos colores, las chicas han regresado a las pistas de baile y a las habitaciones cuando consiguen un cliente. Los seis clubes de alterne de la red Galantería, propiedad de la familia Galán, han vuelto a abrir sus puertas después de que fuesen clausurados hace ya casi un mes por la Guardia Civil dentro de la 'operación Toscana', por cometerse en ellos supuestamente explotación sexual de las mujeres que ejercen la prostitución. La reapertura era interpretada por fuentes cercanas a la familia como la mejor prueba de que, sin embargo, allí todo era legal.
La retirada de los precintos policiales tuvo lugar hace escasamente una semanas, pero a pesar de eso los clubes permanecieron cerrados hasta ahora. Según explicaban los Galán, durante este tiempo se han estado reparando los destrozos que diversos asaltos e intentos de robo habían causado en el interior mientras habían estado clausurados.
Al menos dos de los prostíbulos -el Garum de Conil y El Medina Park de Medina Sidonia- se apresuraron a abrir a comienzos de esta semana. Los cuatro restantes -La Hacienda de El Puerto, La Fontana de Los Barrios, El Aladín de Estepona y el Aloha de Jerez-, en cambio, han tenido que esperar hasta el pasado jueves. No más, para no perder la clientela del fin de semana.
La prostitución vuelve a ejercerse en su interior y la actividad a pesar de que a jueza permitió su reapertura en un auto en el que, no obstante, dejaba la responsabilidad de sus cierres a los ayuntamientos, ya que son éstos lo que debían retirar las licencias de hotel a los establecimientos, pues en ellos no se realizaba una actividad hostelera.
Como ya informó este periódico, la delegación provincial de Turismo también solicitó a los consistorios que anularan a los prostíbulos, ya que habían sido retirados del Registro Andaluz de Turismo por no ser hoteles. Por dos veces, la delegación remitió esta orden a los Ayuntamientos, pero ayer la concejal de Urbanismo de El Puerto reconocía que aún no había recibido esa comunicación.
En cuanto a los detenidos el pasado jueves por la Guardia Civil en la segunda fase de la 'operación Toscana', el único que permanecía retenido en la comandancia de Cádiz (R. D., encargado del club Garum de Conil) quedó en libertad con cargos en la mañana de ayer tras declarar ante la jueza de instrucción número 1 de Chiclana.
La segunda persona imputada es una mujer (I. M. P. P.) encargada del prostíbulo La Hacienda de El Puerto, y tendrá aún que ser citada a declarar ante la jueza, aunque los abogados de los Galán aseguraban ayer desconocer su imputación. Por último, el tercer detenido -A. J. C.- según informó ayer la Benemérita en una nota de prensa, no tiene relación con los negocios de los Galán, pues se trata de un veterinario funcionario del SAS, al que la Guardia Civil le imputa revelación de secreto por alertar a la familia supuestamente de un control sanitario que se le iba a someter por almacenar carne de reses bravas.
El veterinario explicó ayer que, a petición de un compañero, había advertido a Galán de que las reses bravas de su propiedad tenían que ser sacrificadas de acuerdo con la normativa, ya que se le había descubierto carnes sacrificadas sin control ninguno. Ante la resistencia del ganadero a cumplir lo establecido, y también a instancias del inspector, habló con el hijo del ganadero y le indicó que debía cumplir las normas y que sería inspeccionado. Al estar los teléfonos intervenidos, su llamada quedó registrada y fue citado a declarar por la Guardia Civil dentro de la investigación en curso. El funcionario, que quedó en libertad y deberá acudir a declarar ante el juez, manifestó que el programa de visitas de inspección puede legalmente avisarse a los afectados y se mostró muy afectado por lo sucedido, que calificó como un malentendido.