Economia

Europa acudirá en auxilio de Grecia

El acuerdo alcanzado fija condiciones muy precisas para que los socios del euro intervengan en operación Los líderes europeos vencen la resistencia de Merkel a un mecanismo para salvar al país heleno

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Los líderes europeos ultimaban anoche un acuerdo para facilitar la refinanciación de la deuda griega, en línea con las demandas generalizadas dentro de la UE, que Angela Merkel acogía en la capital comunitaria sin signos de desagrado por primera vez en semanas. El pacto no era aún oficial al cierre de esta edición, pero fuentes diplomáticas lo daban por cierto después de que Merkel y Nicolas Sarkozy salvaran a media tarde sus diferencias sobre el tema al margen de la cumbre. Según el compromiso alcanzando, la responsabilidad de cofinanciar la deuda griega se distribuye entre los países miembros de la Eurozona y el Fondo Monetario Internacional, cuya aportación no fue cuantificada pero será «sustancial», según los medios consultados.

El mecanismo financiero fija condiciones muy precisas para que los socios del euro intervengan en la operación, que atendiendo a exigencias de Merkel no será puesta en marcha de inmediato. Sólo será invocado como último recurso, en el caso de que Atenas no logre la financiación que necesita en condiciones razonables de mercado. Se contempla en él un tipo de interés «próximo al vigente en los mercados», según fuentes de la presidencia española y de la Comisión. Dado que el FMI tiene tipos diferentes que los europeos, la mención al porcentaje quedará difuminada en el documento final, según las fuentes referidas.

El peso económico de los países de la Eurozona y su PIB serán determinantes para determinar la cuota que le corresponderá soportar a cada uno de ellos. Esa participación tendrá en todo caso carácter voluntario. La española, según diversos cálculos que resultan de la consideración de los tipos vigentes para el FMI o para el BCE, oscilará entre el 9 y el 12,5% de la parte correspondiente a los socios del euro. Del orden de 2.000 millones, según estimaciones de La Moncloa. José Luis Rodríguez Zapatero se declaraba por la mañana partidario de la operación, así como de que en ella participe el Fondo Monetario Internacional. Mariano Rajoy, de viaje en Bruselas, consideraba que España no debería comprometer esa suma sin un debate previo en el Parlamento

Lo que al cierre de esta edición no había trascendido aún era el detalle de la compensación obtenida por Merkel de los socios comunitarios para reforzar la disciplina en la Eurozona. La canciller ha subordinado estas últimas semanas cualquier operación de estas características al establecimiento de mecanismos que impidan derrapes presupuestarios como el protagonizado por Grecia estos últimos años.

Las decisiones adoptadas conciernen exclusivamente a Grecia y no son aplicables a otros socios de la moneda única. La vía queda abierta a revisiones ulteriores del Tratado que posibiliten la instauración de mecanismos de apoyo como el pretendido Fondo Monetario Europeo que ha sugerido el ministro germano de Finanzas, Wolfgang Schauble. La negociación de este nuevo instrumento financiero correría pareja con las adaptaciones de la Unión Económica y Monetaria que Angela Merkel reclama, y que comprenderían un refuerzo de la supervisión económica multilateral de los miembros del euro. En un encuentro Merkel y Sarkozy le encargaban al presidente del Consejo Europeo la elaboración de un informe sobre el susodicho refuerzo de la gobernanza de la Eurozona, que deberá estar listo para finales del año en curso.

El Consejo tenía previsto discutir ayer los esquemas de esa supervisión multilateral con conceptos como la competitividad. La iniciativa apunta al establecimiento de la gobernanza económica real y creíble de la Eurozona que reclaman Merkel y Sarkozy. Sin embargo, este asunto concierne directamente a la soberanía nacional en materia de planificación económica y deberá salvar reticencias. Se suscita este debate ante la constatación de que el Pacto de Estabilidad no es suficiente, por sí mismo, para atender a las necesidades de la Eurozona.