Lagunas en la muerte del niño fallecido en un centro de Málaga
El juicio estuvo ayer centrado en aclarar las causas del desvanecimiento del chico en una piscina
JEREZ. Actualizado: GuardarTras varios aplazamientos, ayer por fin el Juzgado de Instrucción número 4 de Málaga acogió la vista por la muerte del niño jerezano que falleció en la piscina de un centro de menores malagueño en 2006. El juicio, como relató el abogado de la madre de la víctima, Juan Manuel Delgado, estuvo centrado en dilucidar aunque sin éxito cuál había sido la causa del fatal desenlace.
En un primer momento se barajó la opción de que el chico muriera ahogado pero acabó desechándose, ya que medía 1,60 metros y pereció en una piscina de 1,50, sabiendo nadar. En la vista, según Delgado, los forenses confirmaron que el menor sufrió un desvanecimiento y por eso murió, pero en torno al origen del mismo nada se ha sacado en claro. Como ya denunció la familia en su momento, el joven estaba siendo medicado con Transilium debido a su mal comportamiento, algo que según el letrado se reconoció ayer en el juicio.
Sin embargo, los médicos declararon que éste no fue motivo suficiente para provocar ese estado, por lo que concluyeron con que desconocían la causa de la muerte. Otro de los puntos que centró la vista fue la responsabilidad del cuidador del centro: como contó Delgado, esta persona afirmó ayer que había permanecido todo el tiempo al pie de la piscina en el momento del trágico suceso, mientras que uno de los menores internos dijo a la policía que el trabajador había llegado después, una vez que los propios compañeros sacaron al chico del agua.
Sea de una forma u otra, lo cierto es que el cuidador ha sido juzgado sólo por una falta de imprudencia y no un delito, como solicitaba la familia, por lo que la pena máxima a la que se enfrenta es una multa que podría rondar los 360 euros. «Comparado con lo que ha pasado es de risa», se lamentó el letrado, que tras mucho batallar consiguió que en el juicio también se incluyera a la Junta de Andalucía como responsable civil subsidiaria, ya que la muerte se produjo en un centro de la Administración autonómica.
A modo de indemnización, la acusación particular ha solicitado la cantidad de 300.000 euros a abonar entre el cuidador, el centro, dos compañías de seguros de éste y la Junta subsidiariamente. La madre del fallecido, Rocío Ávila, se mostró ayer algo más aliviada tras la celebración de la vista y ahora lo único que espera es la sentencia judicial para descansar y acabar con la lucha. «Nosotros confiamos en la Justicia, es lo único que puedo decir», sentenció.