En huelga de hambre para que destituyan al jefe

Cada día que pasa, parece más evidente que no queda un sector económico o colectivo profesional que no esté pasando por apuros. En esta ocasión, le ha tocado el turno al Cuerpo de Bomberos, donde un profesional y responsable sindical ha decidido ponerse en huelga de hambre para luchar contra el «pisoteo» sistemático de sus derechos. «Llevo todo el día sin comer y seguiré así de manera indefinida hasta que se solucione el problema», aseguraba ayer José Gómez.

Este bombero y secretario de la sección sindical de UGT en el Consorcio presta servicio en Sanlúcar, pero ha elegido como escenario de su reivindicación el parque jerezano: «En esta ciudad es donde vivo con mi familia y mi mujer me ha dicho que tengo todo su apoyo», se explicaba José Gómez. Su principal demanda es que destituyan a quienes considera responsables de este «caos», es decir, «el presidente y el gerente del Consorcio Provincial de Bomberos», Andrés Beffa y Javier Otálora, respectivamente.

Gómez criticó que «llevan gestionando esto desde hace unos años como si fuera su empresa particular, ninguneando y despreciando a los sindicatos y con una absoluta falta de transparencia en todo, tanto en los procesos de ingresos como en los de promoción interna».

La gota que colma el vaso

Así, el representante sindical indicó que el «colofón del despropósito» se produjo la semana pasada, cuando «en connivencia con CC OO pusieron encima de la mesa un preacuerdo del convenio con votos manipulados». En este sentido, explicó que para la votación se contó con los laborales, «que además son temporales», y los mezclaron con los funcionarios.

El asunto es todavía más grave porque, según Gómez, esos laborales «fueron coaccionados por teléfono y se les dio el día libre para que votaran sí al convenio colectivo». No obstante, según señaló, el sí al convenio ganó «solamente por diez votos».

Ha sido un «auténtico pucherazo, un acto democrático e indignante», añadió. En esta ocasión, los responsables «han pasado todas las líneas rojas».

Algo que se ha producido no sólo en las formas, al «presionar» a compañeros y «mezclar a funcionarios con laborales». También el fondo de los derechos de estos trabajadores se ha visto resentido, en primer lugar «porque se trata de un convenio a diez años».

A ello hay que sumar que «no se consolida absolutamente nada y se plantea como logro una especie de paga que ya se abonaba». Se refiere José Gómez al complemento de turnicidad, «que ahora se quiere dar en pluses, lo que significa que si alguien se pone enfermo pierde hasta 300 euros».

Medidas radicales

El representante de UGT afirmó que «si el presidente y el gerente están dispuestos a rebajarse a ese nivel y pisotear la democracia, ya se ve en manos de quién estamos». Por ello, insistió en «que tienen que dejar de dirigir el Consorcio para que algo cambie». José Gómez manifestó que «frente a la desesperación sólo quedan medidas radicales», y por ello ha iniciado una huelga de hambre.

«El problema es que estos señores -aseguró en referencia tanto al gerente como al presidente del Consorcio de Bomberos- están muy bien amarrados políticamente, ya que por ejemplo Andrés Beffa pertenece al PSOE». Sin embargo, no piensa rendirse y no dará su brazo a torcer a no ser que su salud se lo acabe impidiendo.

Frente a estas críticas la dirección del Consorcio, con la que se puso en contacto este medio, aseguró no tener «nada que decir» respecto a este conflicto.