Quique Sánchez Flores. :: EFE
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La Liga se convierte en un estorbo para el Atlético

Los 'colchoneros' sueñan con la Copa y la UEFA y desatienden sus deberes en el torneo de la regularidad

MADRID. Actualizado: Guardar
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«Lo más importante ahora es la final de Copa y alcanzar al menos las semifinales de la UEFA. En Liga lo haremos lo que mejor que podamos pero no se puede ganar todo. Son muchos partidos, los jugadores están muy cargados...». El presidente, Enrique Cerezo, desgranó ante las internas de la cárcel de Alcalá Meco la situación real del Atlético, dimitido en Liga por más que técnico y jugadores se conjuren para luchar por los puestos europeos en las once jornadas que restan. Pero estar a 12 puntos de 'Champions' y a ocho de la 'Europa League' a estas alturas resulta desalentador. Se avecina una primavera en el desierto.

Tanto los jugadores 'colchoneros' como su afición firmarían ganar al Sevilla en la final del torneo del K.O., lo que supondría el primer título desde el doblete del 96, eliminar al Valencia en Europa y permanecer sin apuros en Primera. También les motiva, y mucho, poder hacer la puñeta al Real Madrid en el derbi del domingo en el Bernabéu. El choque de mañana jueves ante el Athletic se considera un 'pecado' del calendario. Por pensamiento, palabra, obra u omisión. Ni siquiera la goleada sufrida en Mallorca hizo excesiva mella, aunque la rajada de Quique Sánchez Flores era obligada tras observar una actitud poco profesional de sus jugadores.

«No tuvimos ninguna respuesta. No atendimos a nada. Salimos con indefensión. Mostramos cansancio y limitaciones», dijo en el Ono Estadi. Desfallecimiento lógico. Apenas 14 jugadores utilizados con asiduidad y muchos con unos 3.000 minutos en juego. El Atlético es el equipo que más partidos (47) acumula este curso: 27 de Liga, dos de la previa de la 'Champions', 6 de esta competición, cuatro de la Liga Europa y ocho de la Copa del Rey.

Reproches tibios en comparación con las quejas del técnico poco después de aterrizar hace ahora justo una vuelta, ya que debutó con derrota y buen juego en San Mamés. Se encontró un equipo roto, con mal ambiente interno, con defensa de pacotilla y peleado con la grada. Con pinta de poder irse a Segunda. El traspaso de Heitinga justo antes de empezar la Liga, la goleada sufrida en el tórrido agosto malagueño y la ausencia de fichajes de relumbrón, salvo el portero Asenjo, desataron la caja de los truenos. Manifestaciones contra Gil y Cerezo dentro y fuera del Calderón. Abel Resino en el disparadero, pitos a los jugadores... Y eso que en pretemporada el proyecto prometía, tras dos victorias ante el Panathinaikos en la previa de la Copa de Europa.