Fernando P. G. :: A. VÁZQUEZ
Ciudadanos

El juez mantiene en prisión a uno de los acusados por el antiguo caso de Ricardi

López Marchena prorroga esta medida para Fernando P. G, cuyo parecido físico con el portuense confundió a la víctima

EL PUERTO. Actualizado: Guardar
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Está a punto de cumplir dos años en prisión preventiva y tocaba revisar esta medida en los juzgados de El Puerto, donde se investiga una serie de violaciones cometidas a finales de los 90 y que dejaron no sólo víctimas agredidas sino también un falso culpable que vivió 13 años entre rejas: Rafael Ricardi. El juez López Marchena, titular del nº 3, revisó ayer la situación de prisión de Fernando P. G, y al término de la vista anunció a las partes que prorrogaría su encarcelamiento; una decisión que trasladará en un auto escrito en los próximos días.

Este individuo fue clave en la reapertura del caso de Ricardi, ya que su ADN aparecía entre los restos que se recuperaron en Valle Alto, la barriada portuense donde fue asaltada una joven en 1995. Esta chica fue quien señaló al ahora exculpado tanto en una rueda de reconocimiento como en una prueba de voz. Y esa doble identificación fue lo que llevó definitivamente a prisión a Rafael. Sin embargo, años después se comprobaría que esa mujer se confundió y quien supuestamente la violó en una zona apartada fue Fernando P. G. y su compinche, Juan B. G, quien está cumpliendo condena por otro asunto. Al menos eso se desprende de los resultados de ADN, en donde constan los perfiles biológicos de ambos individuos.

Fernando P. G. comparte rasgos físicos con Ricardi y eso pudo ayudar en el error de identificación de la víctima. Su implicación en el caso se produjo en abril de 2008, cuando su ADN fue cotejado con la base de datos de Interior dentro de un chequeo rutinario y apareció no sólo una coincidencia, sino cuatro. Es decir, Fernando P. G. está imputado en al menos cuatro agresiones sexuales ocurridas en El Puerto y Puerto Real.

Con la prórroga dictada ayer por López Marchena, este individuo podría permanecer en prisión de forma preventiva otros dos años más. Según fuentes consultadas por este periódico, la investigación judicial por la oleada de ataques sexuales podría estar a punto de concluir. Sólo falta por concretar cuáles de las violaciones denunciadas en esos años se pueden vincular directamente a los dos sospechosos, en virtud de las nuevas pruebas biológicas.