No arrancamos
Actualizado: GuardarSiguen las mismas sensaciones que en anteriores partidos. Cierto es que las novedades en el once con respecto a los últimos encuentros hicieron que el equipo estuviera más junto, más arropado, quizás con menos despistes, pero aún así no tuvimos la sensación de que podíamos ganar, especialmente en la segunda parte. Al menos yo no la tenía. El porcentaje de posesión de balón en este período tuvo que ser de escándalo a favor de los rayistas, ya que esos segundos 45 minutos fueron un monólogo del equipo de Vallecas, sólo con algún acercamiento amarillo a la portería de Dani. Acercamiento que, unas veces la falta de puntería y otras la lentitud o mal control de la pelota por parte de los nuestros, hicieron que no cambiáramos el uno por el dos de nuestro casillero. Nos preguntábamos durante la retransmisión qué Cádiz veríamos en la segunda mitad, si el timorato al que estamos acostumbrados, o si por el contrario veríamos a otro Cádiz. La respuesta por desgracia fue que vimos al mismo equipo, el de las lagunas, el de las faltas de concentración, el de llegar tarde a las ayudas, el de hacer la guerra cada uno por su cuenta. Que levante la mano aquel que, viendo como transcurría la segunda parte, confiaba en sacar el partido adelante. Yo creo que todos los que lo estábamos viendo sabíamos que el empate llegaría en cualquier momento. Como así fue.
Después, sabedores de que solemos tener despistes en defensa, no nos ponemos la pilas en ataque y desaprovechamos las ocasiones. Cuando hay tiempo para parar la pelota y pensar qué hacer, tiramos tal y como nos llega (como hizo Abraham), cuando llevamos una contra en superioridad nos volvemos lo más torpes del planeta (como le pasó a Tristán). Hablando del de la Algaba, otra actuación gris. Aunque en su defensa hay que decir que por desgracia no fue el único. Una jornada menos y sólo sumamos un punto. La situación se complica y los nervios aumentan. Más presión añadida a la que ya había para el partido de Irún. Y punto.