El aumento del IVA hará caer la venta de vehículos
La asociación de vendedores de automóviles advierte de que se destruirán 10.000 empleos por las medidas del Ejecutivo
MADRID. Actualizado: GuardarLa sensación predominante es de 'déjà vu'. Ni siquiera la euforia por el aumento del número de matriculaciones durante los primeros meses del año ha servido a las compañías de fabricación y distribución de vehículos para vencer el desánimo. El desplome por el incremento del IVA a partir de julio podría resultar similar -o incluso peor- al que se produjo hace dos años, cuando la extinción del Plan VIVE asestó el golpe de gracia a un sector cuyas ventas descendían en caída libre. Para este año, la patronal de los concesionarios (Faconauto) advierte de que el aumento fiscal se saldará con una reducción de las ventas en el segundo semestre de 131.391 vehículos, un 22,25% menos que en los primeros seis meses del año.
La cifra de los vendedores, por abultada que parezca, no resulta exagerada. La asociación de fabricantes (ANFAC) estima que las caídas podrían incluso rozar el 30% y cuantifica las ventas anuales en cotas inferiores a las de Faconauto. «Las caídas estarán compensadas por las cifras del primer semestre, pero ni por asomo llegaremos al millón de unidades», señalan desde ANFAC.
Pymes maniatadas
Pero la subida de los tipos impositivos no vendrá sola. La confluencia de la nueva fiscalidad con un entorno económico desfavorable y el final en mayo o junio de las ayudas directas a la compra previstas en el Plan 2000E generará un efecto que ya se ha bautizado como «tormenta perfecta».
Sin duda, el programa de incentivos elaborado por el Gobierno supuso un balón de oxígeno para el mercado del automóvil español. Permitió cerrar el pasado ejercicio anual con cerca de un millón de matriculaciones (952.772 unidades), pese a la manifiesta debilidad de la demanda.
«Volveremos a los momentos más agrios de caída de ventas. Éste es un sector muy frágil, compuesto por 3.200 pequeñas y medianas empresas sin márgenes de actuación sobre los costes», señala Antonio Romero-Haupold, presidente de Faconauto.
La asociación de vendedores de vehículos a motor (GANVAM) ya alertó la semana pasada de la incapacidad de los distribuidores para desviar el incremento de los tipos impositivos del importe final.
La subida del IVA se reflejará, según la organización, en un encarecimiento del precio de entre 400 y 450 euros, que se sumará a «la muerte prematura» de las ayudas a la compra, en algunos casos cercanas a los 2.000 euros.
Los efectos que esta situación generará sobre el empleo son devastadores. «El primer impacto se producirá en la distribución, pero terminará llegando a la fabricación», explican fuentes de ANFAC, que en mayo del año pasado contabilizó a más del 50% de los trabajadores de sus factorías afectados por expedientes de regulación de empleo.