PAN Y CIRCO

Escándalo

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Nos viene que ni pintada esta famosa canción que tan maravillosamente interpreta siempre nuestro 'admiradísimo' Raphael. Vamos a ponerle un poquito de música, animada a ser posible, a la crisis cadista. El enfermo padece una dolencia grave y por más experimentos que se le apliquen, no levanta cabeza. El médico, de los mejores especialistas en la materia e, incluso amigo de la familia, no da con la solución. Los dueños y el responsable de la clínica amarilla no tienen ni idea de cómo salvarle la vida. Y para sumar más desgracias, encima algunos parientes comienzan a asumir que se nos va y otros hasta desahogan su dolor insultando al moribundo para acelerar su adiós. Con este panorama, la conclusión a la que llego es a la misma a la que 'supuestamente' llegó Víctor Espárrago el viernes tras la derrota en Cartagena. Todo un escándalo porque si el remedio no lo encuentra el técnico uruguayo, no sé quién lo va a hacer en este preciso momento en el que el Cádiz además se está muriendo solo. Huérfano de padres, quienes le han cerrado el grifo económico; de hermanos, el desánimo entre los profesionales es patente; de familiares, quienes se han cansado de esperar el milagro de la recuperación y del tutor, quien augura un futuro negro para el 'ahijado', entre otras cosas, porque los utensilios que le han facilitado para trabajar no son los adecuados. Quiero ser optimista por el simple hecho de que aún hay tiempo y de que, si se ha de caer a la Segunda B, que sea con las botas puestas y sudando la camiseta. Pero se antoja difícil no ser pesimista, ya que la propia entidad es la que parece guardar luto desde hace ya bastantes jornadas. Señal inequívoca de que se ha vuelto a fallar. Una pena que hoy estemos suspirando por los rincones de la Tacita de Plata y no podamos degustar las mieles del mejor fútbol europeo y disfrutar del buen juego mundial de la 'Roja'. ¡Eso sí que es un escándalo de equipo!