«El Patas saldrá en poco tiempo de la cárcel y volverá a matar»

Beatriz Peralta lleva una fotografía de su hijo, Manuel Romero, 'Manu', en una medalla colgada al cuello. Desde que lo mataron a puñaladas en el Pinar de Chipiona en agosto de 2007, cuando tenía 22 años, la búsqueda de Justicia se ha convertido casi en una obsesión para esta madre coraje sanluqueña cuyo rostro ha sido la viva imagen del dolor, la rabia y la impotencia. Dos años y medio después, un jurado popular le ha dado la razón a medias, al considerar al joven que lo apuñaló, culpable de un homicidio, pero no de asesinato. El revés no ha podido con ella y asegura que seguirá luchando.

-¿Cómo se encuentra?

-Estoy destrozada, después de cuatro días aguantando para esto, con todo lo que han dicho los abogados, echando por tierra a mi hijo como si él hubiera sido el criminal. Es horroroso cómo han ofendido a toda la familia. Los amigos fueron desalojados de la sala, porque no se podían contener de la rabia que les entró. La verdad es que me encuentro muy enrabietada, porque está claro que fue un asesinato. No lo puedo probar, porque no soy abogada, pero vamos a recurrir el veredicto.

-¿Donde está dispuesta a llegar?

-Yo soy una simple cocinera, divorciada, con un sueldo con el que tengo que pagar la hipoteca. Me está costando mucho trabajo costear el abogado, pero no importa. Yo voy a seguir luchando y si tengo que vender mi casa, la venderé, pero a mi hijo le hago justicia como Beatriz Peralta que me llamo. Mis hijas me dicen que lo deje como está, que no me martirice más, porque ellas también están destrozadas, con ataques de ansiedad.

-Ayer pedía usted a Manu que le diese fuerza desde el cielo.

-Siento que mi hijo me dice, mamá hazme Justicia, que esto no me lo he buscado yo. Antes de entrar para que nos dijeran el veredicto, cayeron tres o cuatro gotas, y le dije a mi hermana: «Pepi, esto son lágrimas de mi hijo, esto no va a salir bien». Que me digan que estoy loca o lo que quieran, pero antes de entrar tuve la sensación de que mi hijo estaba llorando. Yo he tenido a mi hijo en mis entrañas y las madres todavía sentimos cuando a un hijo suyo les pasa algo.

-Los amigos de Sanlúcar se han volcado en la plataforma «Justicia para Manu». ¿Se siente arropada?

-Me he sentido muy arropada. Ellos también tienen mucha rabia. Si llega a estar uno sólo de sus verdaderos amigos en el pinar de Chipiona, a mi hijo no le habría pasado nada. Dicen también que Manu le dio cuatro puñetazos a El Patas, pero es mentira. Si mi hijo le llega a pegar, ese no se levanta del suelo.

-Supongo que estos años han sido muy difíciles, al igual que el juicio, uno de los más duros, cargado de tensión. Pero siempre se ha mantenido con una actitud fuerte.

-Ha sido muy duro, muy duro. Pero he salido adelante porque siento que él me lo pide. Yo estoy impresionada de lo que estoy aguantando.

-¿Cree que la Justicia es aún blanda con ciertos crímenes?

-¡Hombre, y tan blanda! Sale barato matar en este país: se llevan pocos años en la cárcel y no pasa nada. O las penas se endurecen o vamos a tener que volver al ojo por ojo. Por lo visto la Justicia para los delincuentes, es perfecta; El Patas ya tenía antecedentes, uno de ellos por pinchar a un guardia civil cuando era menor, así que lo trae en la sangre. Debía haber estado en la cárcel, pero hasta que no ha matado a mi hijo, no lo han encerrado.

-El Patas les pidió perdón ¿No cree que esté arrepentido?

-Para nada, los abogados lo obligaron a pedirnos perdón.

-¿Se siente decepcionada con la Justicia?

-Muchísimo. Para colmo, pedí la palabra dos veces en el juicio y no me la concedieron. A los imputados sí les dejan hablar, pero no a la madre de la víctima.

-¿Qué le quería decir al magistrado y al jurado?

-Les quería decir que tuvieran en cuenta que en poco tiempo El Patas saldrá a la calle y volverá a matar. Si en unos meses sale a la calle, lo haría otra vez.