Un día lleno de curiosidades, anécdotas, e incluso, protestas

Es un acto con una fecha especial y no sólo por ser el Día del Padre, sino porque ayer se cumplieron 198 años de la promulgación de La Pepa. Un evento que distingue a las personas que más se han esforzado en promulgar los valores de Cádiz. En definitiva, el Día de la Provincia es una celebración que pocos se quieren perder, especialmente del mundo de la política. Una intensa jornada llena de anécdotas y de curiosidades.

Federico Pérez Peralta y Francisco Menacho fueron los encargados de custodiar el libro de Honor de la Diputación. Los nervios en las firmas jugó una mala pasada a Francisca Ruiz, viuda del distinguido Lothar Bergmann, la primera en dejar su rúbrica, aunque minutos después tuvo que volver porque se le olvidó la pertinente dedicatoria.

En la entrada del teatro estaba la plataforma Responsabilidades Políticas Ya, pidiendo la dimisión del alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo, por la pérdida de los 7,8 millones de euros de la Caja municipal. Momento tenso que también salpicó al presidente de Diputación, Francisco González Cabaña, al escuchar: «Cabaña, no nos engaña». Pero, no se amilanó y se puso a hablar con los que allí se manifestaban para prometerles un próximo encuentro.

En su interior los dirigentes del Partido Popular mostraban su unión tras el fichaje de Antonio Moreno. Hablaban animadamente Antonio Sanz, Teófila Martínez, José Loaiza, Carmen Pedemonte y Aurelio Sánchez. Lo mismo pero en la fila contraria de asientos ocurría en los socialistas con Pilar Sánchez, María Jesús Castro, Gabriel Almagro, Sebastián Saucedo y José Antonio Gómez Periñán, aunque en su caso tras el revuelo del Comité Regional. También estuvieron presentes algunos distinguidos en años anteriores que prefirieron estar en un segundo plano como el caso del guitarrista Paco Cepero.

La celebración se salpicó de momentos emotivos y destacaron las lágrimas de José Antonio Barroso o el aplauso unísono que recibieron las hijas predilectas, las hijas de la Caridad Sor Trinidad López y Sor Nieves Rodríguez. Aunque el que recibió más elogios fue el joven piloto Alberto Moncayo. «Son muchas las madrugadas que me quitarás el sueño porque quiero verte en el mundial», afirmaba Cabaña, que al elogiar a los distinguidos tuvo el despiste de olvidarse precisamente de Bergmann.

El presidente del Senado, Francisco Javier Rojo, tuvo palabras especiales para los Cuerpos y Seguridad del Estado, allí representados por el Comisario Jefe Provincial de la Policía Nacional, José María Deira, en referencia especialmente a su labor en el País Vasco. De hecho, Rojo también aludió a su carácter vasco y como se complementaba con el orgullo de ser español.

Mención especial para los fotógrafos que cada vez que alguien recogía un premio salían corriendo de las últimas filas del teatro para coger la instantánea a tiempo y luego vuelta atrás para no entorpecer la visión. Duro esfuerzo sin reconocimiento porque al acabar el acto la crisis dejó a todos sin copas ni tapas. A casa.