Rajoy y Álvaro Uribe durante la reunión que mantuvieron el 29 de abril pasado. :: EFE
ESPAÑA

Rajoy prima la relación con el colombiano Uribe frente a Chávez

Busca contraponer su amistad con el gobernante de Colombia con los lazos de Zapatero con el presidente venezolano

BOGOTÁ. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy quiere demostrar que el PP, además de tener alternativa económica, también propone una nueva dimensión para las relaciones exteriores de España. Su primer paso, escenificar que hay otra opción a las «amistades peligrosas» que, a su juicio, cultiva José Luis Rodríguez Zapatero. Frente al «caudillaje» del presidente venezolano, Hugo Chavez, el presidente del PP prefiere el perfil «democrático» del mandatario de Colombia, Álvaro Uribe.

Para apuntalar con hechos sus convicciones, inició ayer un viaje a Bogotá para entrevistarse con el presidente colombiano, que en mayo abandonará el cargo.

El líder opositor quiere contraponer su foto con Uribe con los «estrechos lazos» que el PP atribuye a Zapatero con Chávez, y que han motivado, según el partido opositor, la tibia reacción del Gobierno ante los continuados desaires del presidente venezolano a la justicia e instituciones españolas. Una reacción hostil en respuesta al auto del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que estableció que existe una cooperación entre ETA y el grupo guerrillero colombiano de las FARC con la connivencia de las autoridades de Caracas. El magistrado ha solicitado a Interpol la detención de seis etarras y otros tantos integrantes del grupo colombiano.

Rajoy, y otros dirigentes del PP, están persuadidos de que pese a las declaraciones gubernamentales sobre la voluntad de Venezuela de cooperar en la lucha antiterrorista, esa disposición no existe, y que las cosas hubieran sido muy distintas si el escenario de la presunta colaboración entre ETA y las FARC fuera Colombia.

Jorge Moragas, responsable de Relaciones Internacionales del PP, explicó los motivos de este periplo, el primero trasatlántico que realiza Rajoy en esta legislatura. «Colombia es el socio más fiable para España en la región», abundó. Puso como ejemplo que Uribe planteó la posibilidad de optar a un tercer mandato -la Constitución colombiana lo limita a dos- y que los tribunales echaron atrás sus pretensiones. Moragas acentuó que el presidente colombiano acató «con toda naturalidad» la decisión del Tribunal Supremo, un gesto que, recordaron los populares, dista mucho de la actitud de Chávez o del líder boliviano, Evo Morales.

Rajoy aprovechará su estancia en Bogotá para inaugurar la «modesta» sede de los populares en la capital andina y para visitar un proyecto de solidaridad que una ONG española desarrolla en Cartagena de Indias y que está centrado en favorecer las condiciones de vida de mujeres sin recursos o que han sufrido violencia en su entorno familiar.

Primera escala

Colombia será la primera parada de un amplio programa de visitas internacionales que Rajoy y otros dirigentes populares van a realizar hasta 2012. Los populares quieren ganar adeptos entre los 1,3 millones de emigrantes españoles que tienen derecho a voto. El primer paso será potenciar la participación electoral de este colectivo, que reside especialmente en Argentina y Uruguay, porque sólo el 35% de los inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes votó en los últimos comicios. El resultado, además, no fue muy favorable para los populares, porque sólo uno de cada tres inscritos optó por la formación opositora.

«Queremos abrir el partido a las mujeres y a los jóvenes», indicó Alfredo Prada, responsable del PP para la colonia española en el exterior. Reconoció que, hasta ahora, sus esfuerzos se habían escorado hacia los centros regionales, pero que a partir de ahora quieren abarcar más con un objetivo prioritario: fomentar la participación.

Mientras Rajoy acude a Bogotá, la 'número dos' de los populares, Dolores de Cospedal, se desplazará a Argentina y Uruguay, para presidir el cuarto y el tercer congreso del partido en ambos países del cono sur. En Buenos Aires, coincidirá con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, y con el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón.