El primer ministro griego, George Papandreu, participa en una sesión del Comisión Especial del Parlamento Europeo sobre la Crisis. :: EFE
Economia

Papandreu insta a la UE a dar luz verde al plan de rescate griego

Las dificultades en su economía le hacen pagar una prima adicional de tres puntos en sus operaciones de endeudamiento

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Grecia continúa tensionando a la Unión Monetaria. Ayer, su primer ministro, Giorgos Papandreu, reiteró ante el Parlamento europeo que necesita el apoyo político de la UE en la crisis que atraviesa y que ese respaldo debe concretarse en un mecanismo de cobertura para exhibir ante los mercados si se hace necesario porque el precio del endeudamiento le salga al país demasiado caro.

El martes, los ministros de Finanzas de los 27 dejaron ultimado el mecanismo, pero su aprobación pasó a depender de los líderes de la UE, que se reúnen esta semana próxima en Bruselas. Wolfgang Schauble, el titular germano de Finanzas, ya dejó meridianamente claro que carecía de mandato para aprobar el mecanismo de apoyo a Grecia, y que ésa era una responsabilidad que la canciller Merkel se había atribuido. De hecho, y según funcionarios del Consejo, el tema figura en la agenda de la reunión.

Papandreu insistió en que Grecia no está pidiendo dinero a la UE, sino apoyo político. Su lógica no es difícil de comprender: Grecia no tiene dificultades insalvables para cumplir los compromisos asumidos con sus acreedores o con el euro; el problema es que las dificultades por las que atraviesa su economía le hacen pagar una prima adicional en sus operaciones de endeudamiento. Tres puntos concretamente con respecto al tipo de Alemania en los bonos a 10 años. Y el primer ministro griego entiende, como lo entiende la UE, que la especulación cesará en el momento en el que la UE formalice su compromiso.

Angela Merkel duda. Tiene varios frentes abiertos en la Eurozona y este de Grecia no es el de potencial más conflictivo. Los franceses, por ejemplo, le están reprochando a Berlín, en síntesis, el éxito de sus esfuerzos de toda una década por mejorar su competitividad, lo que está permitiendo a Alemania capear la crisis en condiciones más que sobresalientes.

La ministra gala de Finanzas, Christine Lagarde, ha pedido a Berlín que relaje su política de contención salarial para fomentar el consumo interno, de modo que a través de él, se incentive la producción en toda Europa.