«Es un alivio, pero el futuro pasa por ordenar su pesca»

Las almadrabas gaditanas suspiraron ayer de alivio, pero siguen con la mosca detrás de la oreja. Indudablemente, el no prohibir el comercio del atún rojo les beneficia, aunque el sector hace un nuevo llamamiento a «poner orden» en esta pesquería.

Según explicaron ayer fuentes de la Organización de Productores de Almadraba, el problema estriba en el «desproporcionado» crecimiento de la flota industrial, que a su juicio es quien ha «esquilmado el recurso, pescando de forma excesiva en los últimos años».

Desde el sector almadrabero se aboga por el hecho de que sea la Comisión de Conservación del Atún Atlántico (Iccat) el organismo que gestione de forma conveniente el recurso.

Ellos consideran que seguirá habiendo países y organizaciones ecologistas que, «con toda la razón del mundo», pidan la prohibición del comercio de atún si no se detiene «la pesca indiscriminada de la flota de cerco».