Amenaza para Francia
La izquierda 'abertzale' continúa respetando a ETA como fuente de autoridad
Actualizado: GuardarEl asesinato del policía francés Jean-Serge Nérin constituye la última demostración de que ETA sigue empeñada en hacerse valer mediante el terror frente al cerco del Estado de derecho. Ha sido la primera vez que los etarras han acabado con la vida de un servidor público del país que, desde el nacimiento de la banda, utilizan como base operativa. Poco importa si los terroristas contaban con instrucciones de enfrentarse a tiros a cualquiera que se interpusiera en su camino, o si tomaron la decisión en el momento. Lo indudable es que en el atardecer del pasado martes mostraron en Francia la misma faz implacable y mortal que ha enlutado la historia reciente de España. La reacción de firmeza del presidente Sarkozy, y el amplio dispositivo desplegado por las fuerzas de seguridad galas para detener a los integrantes del comando, confirman que las autoridades francesas están dispuestas a dar la réplica que se merece el desafío etarra. Pero si la banda terrorista sigue utilizando el territorio francés como retaguardia para sus incursiones en España es porque confía en que la opinión pública del país vecino y su clase política sigan tratando la amenaza que representa ETA como un asunto netamente español ante el que las autoridades de París han de mostrarse si acaso solidarias. Hasta el martes el terrorismo etarra era una cuestión también francesa en su sentido más moral: precisamente porque ETA se refugiaba en su territorio para atentar en suelo español. Pero tras el asesinato del agente Nérin se convierte en un problema plenamente francés. El pronunciamiento hecho público ayer por la izquierda 'abertzale' vuelve a remitirse al 'Proceso Democrático' que enarbola ETA para solicitar a la banda que se ratifique en el compromiso expresado mediante tan cruel eufemismo el pasado mes de enero. Una vez más sale a relucir el viciado y tenebroso círculo con el que la persistente complicidad entre la trama etarra y los dirigentes de la izquierda 'abertzale' trata de enredar a los más incautos, equiparando como siempre a la banda terrorista con los estados español y francés. Ningún planteamiento pretendidamente político puede ser de recibo -y no lo es el de la izquierda 'abertzale'- cuando va precedido de la cínica consideración de que la muerte del agente francés se debió a «un hecho fortuito y no a una acción premeditada de ETA».