Los críticos de Cepyme abren grietas en la unidad en torno a Díaz Ferrán

La unidad de los miembros de la CEOE en torno a su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, se resquebraja lentamente. Las voces que consideran inapropiado que un empresario con problemas financieros en sus negocios lidere la patronal aumentaron entre la cúpula de la gran patronal. Los asistentes al comité y a la junta directiva, primeras reuniones que han tenido lugar tras la disolución por insolvencia de la aseguradora Mercurio, propiedad del presidente de CEOE, ya no aplaudieron ni ensalzaron a su máximo dirigente. No obstante, la mayoría de los críticos -todavía un número pequeño- continúa sin dar la cara y persiste en conservar celosamente el anonimato.

El presidente de Cepyme, Jesús Bárcenas, volvió a encabezar el movimiento que considera fuera de lugar que Díaz Ferrán no dimita. Aseguró que las pequeñas y medianas empresas no se sienten representadas por «este señor». A él se sumó Manuel Fernández, responsable de la patronal de Estanqueros. «No me parece bien la situación que vive CEOE. Las cosas tienen que estar terminadas antes de venir aquí», dijo. Alberto Jiménez, vinculado a empresarios de residencias y atención a la dependencia, señaló que, si bien en diciembre Díaz Ferrán recibió el apoyo ciego de los asociados, la respuesta ahora sería diferente.

Por su parte, Díaz Ferrán aludió a la situación de sus empresas e invitó a los presentes a plantear cualquier duda o pregunta. Pero nadie pidió la palabra. Varios de los asistentes comentaron a la salida que los problemas del patrón de patronos son propios de la recesión económica y de cualquier empresario y afirmaron que el respaldo ya se dio en diciembre y que no es cuestión de repetirlo en cada junta.