La escuela de enfermería de la Sierra divide a la Mancomunidad y a la UCA
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLos municipios serranos no se resignan a perder la oportunidad de contar con un centro universitario. El rechazo de la UCA a la escuela de enfermería de la empresa Pascual ha generado un movimiento de protesta a través de una plataforma integrada por profesionales del sector y vecinos de las localidades de esta comarca. Ayer mismo se reunían para plantear las necesidades de la profesión en un momento de máxima dificultad económica. El colectivo considera que la provincia necesita al menos 4.500 enfermeros más para acercarse a niveles europeos. Además, a ese argumento se suma la necesidad de dinamizar la Sierra y dotarla también de un centro adscrito a la UCA. El alcalde de Villamartín, José Luis Calvillo (PSOE), habló con dureza de la decisión de la Universidad y consideró el rechazo al proyecto de Pascual «una humillación a la comarca más pobre de la provincia». Además, consideró que «ha llegado el momento de que instituciones y autoridades decidan si apoyan la incorporación de la Sierra al siglo XXI o si quieren que sigamos como cabreros aventajados».
El enfado fue mayúsculo cuando aseguró que lleva mes y medio esperando una cita al rector sin éxito. Pero la postura de la Universidad es firme y está sustentada en estudios. Diego Sales recalcó ayer que «no es una decisión unilateral, sino que parte de un equipo de Gobierno que se basa en las necesidades reales». El rector apeló a la planificación del SAS que no prevé aumentar las plantillas de enfermeros. De la misma manera, aseguró que «las plazas no se ocupan sólo con los estudiantes de una zona, entrarían dentro del distrito único al que acceden todos los alumnos andaluces». Sin embargo, eso no quiere decir que cierre las puertas definitivamente al proyecto.