Ser cofrade
Actualizado: GuardarNo soy cofrade, pero participo de sus ilusiones desde el lado que nos complementamos siéndolo o no. El sujeto cofrade actúa para sí mismo y para los que no lo son principalmente. Ocurre casi lo mismo que con la Iglesia. Iglesia somos, el clero y los fieles. La Semana Santa en nuestra cultura es una conmemoración representada en su forma plástica paralitúrgica, por unos grupos cofrades o hermandades y el resto del pueblo en nuestro país y algunos otros herederos de nuestra filosofía religiosa. Pero a lo que iba en esta reflexión es, a expresar mi opinión sobre lo que entiendo por un buen cofrade. Una persona conocida y amiga desde hace algunos años y que para mí es paradigma de cofrade en el seno de la hermandad del Nazareno del Amor y Mª. Santísima de la Esperanza es, Antonio Llaves Villanueva; hermano cofundador en el 8 de noviembre de 1951, con Eduardo Doménech Gómez, Leonardo Andamoyo Caballero, Rafael Franco Vázquez (fallecido q. e. d.), Manuel Pérez Blanco y Juan Cuadrado Villalobos (fallecido q. e. d.); ha sido además vicehermano mayor y ha ocupado otros cargos dentro de la hermandad, dando siempre ejemplo de disciplina, obediencia y colaboración procurando siempre materializar el fin último y principal de su hermandad, el ejercicio de obras piadosas. Conocedor profundo de la historia de la Iglesia y de su liturgia, no regateaba esfuerzos por cumplir con la preceptiva de un buen hermano aceptando su práctica con entusiasmo y sin poner la menor disculpa ni hacer críticas conspiradoras. No era hermano de los que, terminada la penitencia del acto procesional del Lunes Santo, ya daba por cumplido su compromiso de hermano en Cristo y ya hasta el año que viene; su seriedad en el cumplimiento como cofrade unida a ciertas dotes de elocuente oratoria, quizá contagiada del que fuera su insigne y admirado Maestro Pemán, le hicieron pregonero de la Semana Santa de Cádiz de 1996; de la Patrona de Cádiz Nuestra Sra. Del Rosario en septiembre de 1991 y de otros muchos diseminados por toda la provincia. Todos estos reconocidos méritos y otros cargos relevantes externos a la cofradía le llevaron a la presidencia del Consejo Local de Hermandades y Cofradías en mayo de 2003. Esta es la trayectoria resumida de un buen hombre que quiso ser cofrade de verdad y lo consiguió dando un gran ejemplo. ¡ Que cunda!