ESPAÑA

Barberá y Camps exigen elecciones anticipadas mientras Rajoy calla

El líder del PP y el presidente valenciano se reconcilian, pero sin grandes muestras de efusividad

VALENCIA. Actualizado: Guardar
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Francisco Camps y Rita Barberá exigieron ayer en Valencia a José Luis Rodríguez Zapatero que convoque elecciones generales anticipadas en junio, una vez que concluya la presidencia de turno de la Unión Europea (UE). La petición, que se realizó en presencia de Mariano Rajoy, llegó apenas cuarenta y ocho horas después de que el líder nacional del PP reclamase a sus correligionarios que no pecaran de ansiedad por llegar al Palacio de la Moncloa y que se dedicaran a presentar propuestas desde la oposición.

Rajoy ni refrendó la reivindicación ni la rechazó, lo que se puede interpretar como una especie de puesta en escena con Camps y Barberá desempeñando en este caso el papel de 'poli malo' -calificaron el adelanto electoral como una cuestión de patriotismo- y Rajoy, interpretando su guión de hombre de Estado.

La convención nacional que el PP clausuró ayer en Valencia, y que versó sobre la alternativa popular para la creación de empleo, tuvo otro punto de atención preferente. Este cónclave ha supuesto la reconciliación pública de Mariano Rajoy y Francisco Camps, que no participaban en un acto de partido desde el 4 de septiembre de 2009, fecha en la que el Tribunal Superior de Justicia de Valencia archivó una denuncia que vinculaba al presidente levantino con el 'caso Gürtel'.

Rajoy y Camps compartieron aplausos y sonrisas, pero no abrazos ni gestos ni discursos efusivos. De hecho, el líder del PP sólo mencionó al presidente valenciano una vez durante su alocución, al mostrar su apoyo en el contencioso que el Ayuntamiento de Valencia y la comunidad autónoma mantienen con el Gobierno por el proyecto del Cabañal.

A Rajoy se le vio más a gusto con Rita Barberá, a la que acompañó hasta el balcón del Ayuntamiento para presenciar una de las 'mascletás' previa a la inauguración oficial de las Fallas.

Antes, durante el mitin, Camps acusó a Zapatero de cometer «crimenes de 'lesa patria'» contra Valencia, por paralizar inversiones en este comunidad y «castigarles» con la política hidráulica y con el sistema de financiación. El presidente valenciano protagonizó un hecho muy significativo en el final su alocución. Pronunció sus últimas palabras desde el estrado mirando fijamente a Rajoy: «Nos tienes a tu lado como siempre, es un orgullo estar a tu lado».

Sin piropos

No hubo intercambio de piropos. La relación entre ambos ha pasado de ser muy estrecha -antes del estallido del 'caso Gürtel'- a simplemente correcta. Mariano Rajoy puso el acento en su discurso en las cuestiones de economía y empleo. La batalla contra la subida del IVA se ha convertido en una de sus banderas. Reiteró, como hizo en Logroño, la petición a PNV y Coalición Canaria para que olviden su pacto presupuestario y dejen solo al PSOE mañana cuando se someta a votación en el Congreso de los Diputados la iniciativa del Partido Popular contra la subida del impuesto que entrará en vigor el próximo julio. «Zapatero le va a pegar un sablazo a todos los españoles con el incremento del IVA», indicó Mariano Rajoy tras incidir en que esta medida es propia de «un mal gobernante».

Los asistentes al acto tenían claramente el corazón 'partío'. Lo mismo le gritaban a Camps aquello de «¡Paco, te queremos, Paco estamos contigo!», como interrumpían a Rajoy con el latiguillo de «presidente, presidente». Una asistente le gritó: «Manda a Zapatero al paro». A lo que el líder de los populares respondió: «No, yo le pondría a trabajar», lo que le valió una ovación. «Claro, que en otro trabajo», matizó Rajoy para regocijo de los presentes.