LOCOMOTORA CÁRNICA

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Ltector agroalimentario español es uno de los que, a pesar de los vaivenes, mejor ha aguantado el complejo año 2009. De acuerdo con el balance realizado por la Confederación de Empresarios del Sector Cárnico Español, la cárnica española, el quinto sector industrial de nuestro país, ha sido un claro ejemplo de las paradojas económicas que se han dado en estos últimos tiempos. Se trata del cuarto sector industrial nacional junto con el químico, por detrás del automovilístico, el de combustibles o el eléctrico. Respecto a la industria de los alimentos y bebidas, representa el 20 por ciento de la facturación total, con 19.339 millones de euros. Un dato que supone el 2 por ciento del PIB español y el 14 por ciento del industrial. No obstante este último año tampoco ha sido fácil, con una facturación que ha descendido alrededor del 3%.

Se ha producido una caída generalizada del consumo, en particular de algunas carnes, tal como constatan los datos aportados por el Ministerio de Medioambiente, Medio Rural y Marino. Se ha reducido el sacrificio de animales por encima del 4% y por encima del 5% en peso de canal. En el caso del porcino, una caída contenida del 4% ha supuesto una ligera caída de precios en origen, lo que hacía suponer un buen año para la industria, con materia prima más barata. No ha sido así, debido a la presión de la distribución, lo que se constata con una minoración en del precio de venta al consumidor entorno al 4%.

Esta difícil situación debe permitir mejorar el futuro posicionamiento en los mercados internacionales, siempre que no se abandonen las imprescindibles inversiones en innovación, desarrollo e investigación. En este sentido, como recuerda Confecarne, una estructura basada en pymes hace más difícil este reto que, sin embargo, es imprescindible para ofrecer diversidad de producto, volumen, calidad y precio. Posiblemente, la simplificación de las normas, sin renunciar a la calidad y a la seguridad alimentaria, es también una de las cuentas pendientes.