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Baile amarillo
Los de Néstor Gorosito fueron víctimas de un gran rondo, sufrieron en defensa y no existieron en ataque; Tremendo repaso del Villarreal, que anuló por completo al Xerez
Actualizado: GuardarBaal, danse, dance, balla, dança, baile... Se diga como se diga, se hable un idioma u otro, se le llame como se le llame, el Xerez sufrió un auténtico zapateado del Villarreal, que lo bailó cómo, cuándo y dónde quiso, que en ningún momento le dejó entrar en el partido, que le dominó, que le hizo sufrir en defensa, que lo anuló en ataque y que impidió que el Xerez del ¿milagro? asomara por Castellón.
Los de Gorosito volvieron a la versión negra. Nuevamente dejaron una paupérrima imagen y regresaron a la senda de la derrota, a ese camino por el que descendían antes y después de la victoria en La Rosaleda. Hoy vuelve a ser difícil mantener la esperanza. Es cierto que la lógica apuntaba a la derrota ante uno de los grandes de la Liga, pero el problema es que el Xerez debe lograr algo extraordinario para evitar un descenso que poco a poco termina de tomar forma.
Y lo hace con partidos como el de ayer, en los que no funciona correctamente ninguna de las líneas, desprende impotencia y, por momentos, desgana, como si ya no hubiera fuerzas para aguantar en la mano una toalla que pende de un hilo, pues no resta demasiado para que toque la lona por completo.
La primera parte del Xerez fue mala, y la segunda estuvo cargada de desesperación e impotencia, pues Gorosito comprobó que la Liga española es algo más que el Real Madrid y el FC Barcelona. Está bien eso de decir que el Deportivo no es peor que ninguno de los equipos de Primera División. Afirmaciones de este tipo pueden cargar de moral la necesitada autoestima de los xerecistas, pero ese tipo de frases están lejos de una realidad que ayer se manifestó ampliamente y con detalle sobre el prado castellonense. Especialmente en la zona ancha, donde el Xerez tiene carencias en todos los sentidos. Y no es que Víctor Sánchez lo hiciera mal. Simplemente que Senna o Bruno están en otra dimensión, en una galaxia superior y lo hicieron tremendamente mejor. Que la batalla en El Madrigal se podía decidir en el centro del campo era algo se preveía con facilidad, pues ahí centran su juego los amarillos. Bruno y Marco Senna hacen de corazón, cerebro y pulmones de un equipo que utiliza las bandas para poco o nada (los carriles quedan para los laterales) pues cuenta con sobrada calidad para taladrar por el camino central. El cuadrado amarillo lo formaron Senna, Bruno, Cani e Ibagaza. Entre los cuatro se buscaban y siempre miraban por el rabillo del ojo los movimientos de Llorente y Nilmar, que no paraban de tirar desmarques a partir de tres cuartos.
Ante tal despliegue, poca resistencia ofrecían Keita y Víctor Sánchez. El africano tendía a meter el culo entre los centrales o se quedaba clavado, pero eso no era lo peor, ya que el Xerez también mostró carencias a la hora de construir. Keita apenas participó en la creación de la jugada y Víctor se limitó a dársela al compañero más cercano. El resultado de tal despropósito fue una primera parte de domino total amarillo. El Villarreal fue claro dueño del balón (55% de posesión) y gozó de muchas y manifiestas ocasiones (cinco remates a puerta por dos tímidos acercamientos de los de Gorosito). Y es que el Deportivo apenas probó a Diego López. El 'modus operandi' del Xerez se basaba en el balón directo en busca de las dos torres ofensivas del cuadro jerezano, pero ni Míchel ni Bermejo lograron imponerse con claridad en el juego aéreo (a pesar de sus centímetros). La presión del Villarreal y la escasa presencia de los pivotes azulinos cargaba de responsabilidad a Aythami y Leandro. Lo más fácil para los centrales era pegar el pelotazo o complicarle la vida a Chema con constantes cesiones al portero que no llevaban a ninguna parte.
Pocas ocasiones
Contadas fueron las veces que el cuero llegó en condiciones a los interiores, y menos aún las ocasiones en las que Momo o Carlos Calvo lograron crear peligro por las alas. El canario realizó el primer disparo a puerta del Xerez pasado el minuto diez, pero su lanzamiento, raso y centrado, apenas sirvió de calentamiento para Diego López. La batalla se libraba a cien metros, exactamente, en la portería que defendía con dificultades Chema, pues eran constantes los disparos y las llegadas de los amarillos. Llorente era el principal motivo de preocupación para los azulinos, pero Cani, Ibagaza y Bruno tampoco se lo ponían fácil. El medio centro del Villarreal dio un serio aviso con un fuerte y lejano disparo que repelió el larguero.
Pero todo fue mucho más fácil para Llorente recién superada la media hora de juego. Ibagaza encontró muchos metros de prado por el carril central y asistió al delantero vasco, que superó a Chema con un sencillo lanzamiento cruzado y colocó al Villarreal en el sitio que merecía: por delante en el marcador.
El gol no hizo disminuir la velocidad en la circulación de balón del Villarreal, pero sí la intensidad de la presión, por lo que en la segunda parte Víctor Sánchez robó muchos más balones y generó algo más de juego. El problema es que el catalán se situaba a la altura de los centrales y los pseudocontragolpes del Xerez no pasaban del centro del campo.
Gorosito tuvo que gastar un cambio porque Francis se lesionó y dio entrada a Redondo, pero cuando trató de encontrar la solución en el banquillo tampoco la encontró. Orellana y Antoñito saltaron al prado -el chileno a la banda izquierda y el sevillano a la media punta- pero los resultados fueron insuficientes y el mayor ¿peligro? azulino nació de jugadas a balón parado. Una falta en la esquina del área que Carlos Calvo la puso en la cepa del segundo palo para que Gioda la empujara -pero el central reaccionó tarde- y un libre directo de Momo que nunca puso en peligro la puerta de Diego López.
Orellana se aventuró con algún que otro baile sobre el esférico, pero las clases magistrales de danza ayer las daban los locales, pues eran los que tenían ocasiones reales para marcar. De hecho, fue Chema, con buenas intervenciones, el que le puso un poco de suspense a un partido que el Villarreal terminó de sentenciar en el descuento. Escudero se marcó un preciso zurdazo a un par de metros de la corona del área y teledirigido a la base del palo e hizo subir el 2-0 al marcador. Un resultado justo e incluso corto para un Villarreal muy superior al Xerez Deportivo.
Villarreal: Diego López, Ángel, Gonzalo, Godín, Capdevila, Bruno, Senna, Cani (Escudero, 83'), Ibagaza (Pires, 66'), Nilmar y Llorente (Rossi, 74').
Xerez: Chema, Francis (Redondo, 51'), Aythami, Leandro, Mendoza, Carlos Calvo (Antoñito, 74'), Keita, Víctor Sánchez, Momo, Bermejo y Míchel (Orellana, 57').
Goles: 1-0: Llorente (32'); 2-0: Escudero (91').
Árbitro: Antonio Rubinos Pérez (Colegio Madrileño). Mostró cartulina amarilla a Keita, Aythami y Momo.
Incidencias: El Madrigal. Tres cuartos de entrada en el estadio de Villarreal.