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Rajoy presiona al PNV para dejar solo al Gobierno en la defensa de la subida del IVA
De la Vega acusa a Esperanza Aguirre de «deslealtad institucional» por su «rebelión» contra la subida fiscal
LOGROÑO/MADRID. Actualizado: GuardarMariano Rajoy intenta minar los apoyos del Gobierno para la subida del IVA e instó al PNV y Coalición Canaria a que respalden en el Congreso una moción del PP que plantea la congelación de ese incremento, que entrará en vigor en julio. Se dirigió a estas dos formaciones porque ambas respaldaron los Presupuestos de 2010, en los que se recoge el aumento del impuesto.
El líder de la oposición utilizará el miércoles su pregunta de control parlamentario a José Luis Rodríguez Zapatero para interrogarle sobre el IVA, y un día antes el PP pondrá a votación en el pleno una moción que pide paralizar la subida y con la que intenta poner a todos los grupos contra el Ejecutivo. Pero todo hace pensar que la moción será derrotada porque PNV y Coalición Canaria votarán con los socialistas, ya que como socios presupuestarios avalaron la subida.
Rajoy, sin embargo, no se da por vencido y dedicó el mensaje central de su intervención en la clausura de la asamblea intermunicial de su partido en Logroño a presionar a los nacionalistas vascos y canarios para que cambien su voto. Retó a la formación de Íñigo Urkullu a que explique en el País Vasco «por qué es bueno para empresarios y trabajadores que suba el IVA» e incidió que con esta acción perjudica igual a las rentas más bajas y a las más modestas, además de reducir las ventas y el consumo. De igual forma apeló a la «solidaridad con España» de los nacionalistas canarios, porque en aquella comunidad no se paga IVA
Rajoy prefiere utilizar esta vía de desgaste al Gobierno antes que secundar la iniciativa de su correligionaria y presidenta dela Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que promueve «una rebelión cívica» contra la subida de dos puntos del IVA. Una idea que tampoco ha despertado entusiasmo en otros gobernantes autonómicos ni siquiera entre los del PP.
El gallego Alberto Nuñez Feijoó prefirió no dar su opinión y el riojano Pedro Sanz descartó renunciar a ingreso alguno. Fue descalificada como «demagógica» por los presidentes de Asturias y Cantabria, y como «irresponsable» por el presidente del Senado.
Una forma de hablar
La dirección del PP ha preferido no desautorizarla, aunque sí ha dejado claro que se trata de una estrategia exclusiva del partido en Madrid. La portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, disculpó lo de «rebelión» porque es «una forma de hablar». Rajoy no citó ni una vez la estrategia de Aguirre en la clausura de la asamblea aintermunicipal.
El Gobierno, entretanto, se centró en la presidenta madrileña, a la que acusó de «deslealtad institucional» por su «rebelión cívica» contra la subida del IVA y por amagar con que su comunidad renunciará al eventual aumento de recaudación que pudiese corresponderle por el incremento de dos puntos de este impuesto a partir de julio.
La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, se empleó a fondo contra Aguirre porque piensa que su iniciativa, planteada al margen de la dirección del PP, ha abierto un punto débil en la estrategia del partido opositor, que trata de desgastar al Ejecutivo por una decisión tan impopular como subir los impuestos que gravan el consumo.
El Ejecutivo ve «irresponsable» que la presidenta de un gobierno regional, «que también es Estado», llame a la «insumisión» contra una ley. De la Vega, tras la reunión del Consejo de Ministros, subrayó que las instituciones están para «cooperar y no para confrontar», y subrayó que las leyes aprobadas por el Parlamento «hay que cumplirlas». Recordó que la presidenta madrileña no representa al PP sino «a todos los ciudadanos de la comunidad» y, por tanto, «no puede estar llamando a la insumisión cada vez que no le gusta una ley estatal», como ya hizo con la norma Antitabaco y la de Educación para la Ciudadanía.
Revestida del mismo tono institucional, la vicepresidenta se comprometió a que, haga lo que haga Aguirre, el Gobierno garantiza el cumplimiento de la ley. El razonamiento incluso le sirvió para atacar el liderazgo de Mariano Rajoy, quien, dijo, no llamará a incumplir una ley, pero tampoco se atreverá a desautorizar a la gobernante madrileña.