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Al-Qaida eleva la presión al Gobierno con los cooperantes
La organización terrorista le urge a cumplir sus exigencias y dice que liberó a Gámez porque se hizo musulmana
RABAT. Actualizado: GuardarLa barba larga, el semblante serio y la mirada perdida. Albert Vilalta y Roque Pascual, los dos miembros de la ONG Barcelona Acció Solidaria secuestrados el pasado 29 de noviembre en Mauritania junto a la ya liberada Alicia Gámez, aparentan buen estado de salud en la fotografía que difundió ayer Al-Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), acompañando a una breve nota destinada a «la opinión pública española» en la que apremia al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a satisfacer sus exigencias. La «seguridad» de los dos cooperantes aún retenidos está en juego, advierten los terroristas.
Durante los más de tres meses que dura ya el cautiverio, el Ejecutivo socialista y las familias han accedido a varios vídeos e imágenes de los rehenes a modo de 'prueba de vida', e incluso han recibido cartas y han podido comunicarse con ellos por teléfono. Pero ésta es la primera vez que una imagen de ellos se hace pública.
En la instantánea aparece una mujer cubierta con un velo islámico y con el rostro pixelado que, según los terroristas, es Alicia Gámez. Vilalta, al que dispararon tres tiros en una pierna durante el asalto a la caravana solidaria, está sentado en una tumbona y abrigado con mantas. A espaldas de los tres cooperantes, otros tantos hombres posan de pie, tocados con turbantes y provistos de armas automáticas Ak-47.
En su comunicado, divulgado como la fotografía por la cadena de noticias emitarí de capital saudí Al-Arabiya, AQMI vuelve a pedir al Gobierno español que «cumpla con sus exigencias» para «garantizar la seguridad» de los dos cooperantes catalanes. Condiciones que, aunque no especifica, pasan por la excarcelación de varios islamistas presos en cárceles mauritanas y un millonario rescate económico.
Asimismo, el grupo terrorista emplaza «al pueblo español» a que «aumente las presiones» sobre el Ejecutivo para que «asuma su responsabilidad» con respecto a la vida de los dos secuestrados, un mensaje similar al que envió el pasado 28 de febrero en referencia al rehén italiano Sergio Cicala y su esposa, la italo-burkinesa Filomene Kaburé.
Bautizada como Aicha
Como prueba de su buena voluntad, Al-Qaida menciona en su escrito la liberación 48 horas antes de Alicia Gámez. «Este paso positivo de los muyahidines exige de vosotros que os apremiéis en la satisfacción de nuestras exigencias legítimas», advierten los secuestradores en su comunicado, que titulan 'Liberación de la española Alicia Gámez tras su conversión al islam'.
Y es que, según los terroristas de Al-Qaida, la cooperante catalana asumió «por su propio deseo y voluntad» esta confesión después de que sus captores le ofrecieran «clases de islam y de 'sharia'», ley islámica. Para más detalle, apuntan que su rehén tomó el nombre musulmán de Aicha y ruegan a su dios por que reafirme en la nueva conversa la «religión verdadera».
Esta supuesta conversión, que los compañeros de Gámez en Barcelona Acció Solidaria no pudieron confirmar ayer por no haber hablado con ella desde que la recibieron en el aeropuerto, es uno de los factores que esgrimen los secuestradores para justificar su decisión de dejarla marchar.
Según el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, sin haber pagado ningún rescate. El segundo motivo que aducen en el comunicado difundido ayer para explicar la liberación es el estado de salud de la mujer.
Junto a la nota y la fotografía, Al-Qaida en el Magreb Islámico hizo llegar a la cadena árabe un vídeo en el que aparecen supuestamente los dos españoles caminando por el desierto y escoltados por un grupo de hombres armados, que los acompañan hasta hacerlos subir a un vehículo todoterreno. En la grabación no se distingue el rostro de los dos civiles custodiados, que según los secuestradores son Vilalta y Pascual.