CARTAS A LA DIRECTORA

Chiclana, pese a las inundaciones

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Cada día se oye con más frecuencia aquello de Desarrollo Sostenible que, más o menos, significa el saber compaginar la prosperidad de un lugar con la conservación de su entorno, del medio ambiente. Pues quiero utilizar la frase pero modificándola por la de Turismo Sostenible.

Todos recordaremos cuando, allá a finales de los sesenta, nos llegó el gran 'boom' turístico en Andalucía (Torremolinos, Marbella, Fuengirola) y en todo el territorio español. Ello trajo consigo la proliferación de hoteles, apartamentos, bungalows, restaurantes... etc.

En la actualidad sirven de referencia para el turista Cádiz (la ciudad más bella del mundo) Rota, Chipiona, Sanlúcar, El Puerto o Chiclana, como efectivamente ha estado ocurriendo en la última década, y que sea para siempre.

A nadie se le escapa el gran atractivo que ofrece Chiclana. Tiene un enclave privilegiado con dunas y pinos alrededor de nueve kilómetros de adecentada playa. La Capilla del Santo Cristo, la iglesia de Jesús Nazareno, la ermita de Santa Ana de los siglos XVI, XVII y XVIII respectivamente. Modernísimos complejos hosteleros, Campos de Golf y Sancti Petri, ¡qué belleza de isla! Buen vino, mariscos, los esteros, carne, embutidos, los chicharrones... es todo un gozo sentirse tan cerca, de uno de los lugares más preciados para el turismo.

Quiero aprovechar la ocasión, que tan gentilmente me brinda el periódico LA VOZ, para decir que, afortunadamente, la urbanización Cortijo Los Gallos, poco a poco, está viendo cómo la preocupación municipal ya se nota con hechos. Las calles de la urbanización ya tienen nombre, el alumbrado público y el reforzamiento de las redes eléctricas, pese a pequeños cortes, ha experimentado una sobresaliente mejoría y, pese a las inundaciones y la referencia a Los Gallos como ejemplo de haberlas sufrido, apenas se ha notado en la parte donde el Ayuntamiento ha realizado las recientes obras referidas a la recogida de las aguas pluviales.

Con respecto a las últimas obras realizadas, también es cierto que he oído voces en contra refiriéndose a los espacios que ocupan los lugares reservados para farolas y árboles argumentando que han estrechado la vía para los vehículos. Yo, tal vez porque no poseo coche, discrepo con esa opinión porque si efectivamente estrecha el paso de vehículos olvidan que, como en todas las urbanizaciones, los vehículos han de aminorar la velocidad y, de hecho, se ponen badenes que, en el caso del Ayuntamiento de Chiclana, ha querido sustituirlos por árboles y farolas. Y nada más, sólo me resta desearle al equipo municipal una gestión repleta de aciertos en pro de buscar las mejores soluciones para paliar el sufrimiento de los muchos ciudadanos afectados por tan tremenda inundación. Y al turista recomendarle nos visite porque la provincia de Cádiz, pese a la que ha caído, en unos días volverá a estar tal como es. de ensueño.