Economia

Sus señorías tienen plan

Ministros y diputados invierten en una pensión privada; otros, como el presidente Rodríguez Zapatero, no

MADRID. Actualizado: Guardar
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Celestino Corbacho destapó el lunes la caja de los truenos al recomendar a los ciudadanos que contratasen un plan de pensiones privado. La polémica es añeja -también lo plantearon en su día el popular Rodrigo Rato y el socialista Pedro Solbes-, pero en pleno debate sobre la necesidad de reformar la Seguridad Social, la recomendación sonó a 'el último que apague la luz'.

La propuesta del titular de Trabajo ha provocado un rosario de críticas de los portavoces de la oposición. Acusan al ministro de generar alarma social en un tema de gran sensibilidad ciudadana. Sin embargo, una encuesta informal realizada por los periodistas en la misma puerta del hemiciclo del Congreso evidenció ayer que ministros -no se pudo consultar a todos- y diputados invierten en prestaciones privadas. Hay excepciones muy significativas. José Luis Rodríguez Zapatero respondió con un lacónico «no», cuando se le preguntó. La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, sí se explayó algo más: «No necesito un plan privado, porque llevo 22 años cotizando». Es más, se mostró convencida que cuando se jubile no necesitará ni la pensión de ministra, porque tendrá la pública. Un argumento que también suscriben otros miembros del Ejecutivo como Francisco Caamaño o Trinidad Jiménez y miembros de la oposición, como la número dos del PP, María Dolores de Cospedal.

Celestino Corbacho predica con el ejemplo, porque dijo tener uno de estos planes «desde hace muchos años». En la misma tesitura se encuentra la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, aunque matizó que los futuros dividendos serán «un complemento» a su pensión pública. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, puso el acento en los incentivos fiscales que este compromiso reporta, «que han sido potenciados por gobiernos de PSOE y PP». A esta nómina hay que añadir a las ministras Elena Espinosa y Beatriz Corredor, pero también a la portavoz del Grupo popular, Soraya Sáenz de Santamaría y al responsable económico del PP, Cristóbal Montoro. Ambos comentaron en tono distendido el interés periodístico en esta polémica. «Hay que ahorrar, porque cuando te quieres dar cuenta ya tienes 65 años», apostilló Sáenz de Santamaría. «A mí me falta menos que a ti», le contestó Montoro quien, ya en tono más formal, recriminó a Corbacho la forma en la que ha pedido a los ciudadanos que inviertan en planes privados. «Lo que tenía que hacer este Gobierno es impulsar las ventajas fiscales de los planes de pensiones para incentivar el ahorro», acotó.

«Un planito»

Más dificultades para responder tuvo su compañera de partido y ex ministra de Sanidad, Celia Villalobos. «¿Un plan, plan.?, sí, sí tengo, además le hecho uno a todos mis hijos». También le costó arrancarse a la portavoz de UPyD, Rosa Díez, aunque finalmente constató que «sí, tengo un 'planito' con mi marido». Dicho esto, se lanzó a una encendida defensa de las pensiones públicas. En eso coincidió con Gaspar Llamazares, de IU. Negó plan privado, aunque afirmó que tienen un sistema de ahorro.

Los líderes nacionalistas están en el bando del 'sí'. El catalán José Antonio Durán Lleida, de CiU, concretó, incluso, cuanto aporta: 600 euros al mes. Y le gustaría que la cifra fuera mayor. El esfuerzo tiene una justificación: «empecé demasiado tarde». Josu Erkoreka, del PNV, fue el menos optimista. Recomendó a los ciudadanos que optasen por esta fórmula ante la evolución demográfica. «Las pensiones futuras no superarán, probablemente, el nivel mínimo imprescindible», avisó.

La números dos del Gobierno salió en defensa de su ministro de Trabajo y aseguró que ella también tiene un plan de ahorro privado. «Es una opción legítima», aunque destacó que las pensiones públicas están garantizadas.

Destapó la caja de los truenos el lunes al asegurar que tenía un plan privado complementario para garantizar la diferencia entre la pensión y el salario. A los trabajadores les ha irritado este análisis, que sí ha gustado a la patronal.

Opina que la cuestión no es si se promocionan o no los planes de pensiones -él abrió el suyo en los noventa-. El error, a su juicio, es cómo el Gobierno ha planteado esta opción. «No hay que recomendarlos, sino hacerlos más atractivos».

La pregunta se la realizaron a 'quemarropa', nada más salir de la sesión de control y con el operativo del regreso del a cooperante española en marcha. ¿Tiene usted un plan de pensiones privado El presidente fue parco en palabras: «No»

«Cuando me jubile dispondré de una pensión pública y no necesitaré siquiera la pensión de ex ministra». La vicepresidenta, no obstante, entiende que carece de cualquier interés público que haya ministros que tengan un plan privado.

Ella no lo tiene, pero «respeta» a quien lo quiera tener. Sí califica de despropósito la frase de Corbacho. Recomienda al ministro de trabajo que se dedique a «proporcionar tranquilidad» a los españoles sobre la viabilidad del sistema de pensiones.