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Zapatero siente «pena» por el PP porque usa a Chávez para «dañar al Gobierno»
Los populares acusan al jefe del Ejecutivo de actuar «acomplejado» con los países «santuario de terroristas»
MADRID. Actualizado: GuardarGobierno y PP se enzarzaron ayer en una espiral de gruesas descalificaciones con motivo de la polémica diplomática desatada por el auto de la Audiencia Nacional que apunta que el Gobierno venezolano cooperó con ETA y las FARC. José Luis Rodríguez Zapatero aseguró que el principal partido de la oposición «da pena» por utilizar las críticas de Hugo Chávez y sus ministros para «dañar al Gobierno» y «buscar el rédito partidista» en vez de defender los intereses de España.
Los populares contestaron al presidente del Ejecutivo que es «complaciente» con los regímenes que «violan los derechos humanos y son santuarios de terroristas». Y además, remataron, tiene «una imagen acomplejada y humillante en política exterior».
Pero el enfrentamiento más encrespado de la jornada tuvo como escenario esta vez la Cámara del Senado.
José Luis Rodríguez Zapatero protagonizó con el portavoz popular, Pío García Escudero, el primer asalto del enfrentamiento que sobre el mismo tema mantendrá hoy en el Congreso con el líder de los populares, Mariano Rajoy. Durante el debate, plagado de pitos, abucheos, insultos y constantes interrupciones al interviniente desde ambas bancadas, afloraron los cuchillos más afilados.
El presidente del Gobierno indicó que su política exterior es tan «coherente» con la defensa de los derechos humanos y está «tan plagada de convicciones» que terminó con la participación «en guerras ilegales», como la de Irak, retiró su apoyo a los lugares donde se violan estas normas, como la prisión de Guantánamo, y defendió la estrategia «útil y práctica» con Cuba que ha posibilitado la liberación de muchos presos de conciencia, cosa que el PP no consiguió con su línea de confrontación sin concesiones.
Fue Pío García Escudero quien abrió el fuego graneado. Recordó del desaire de Zapatero en 2003 a la bandera de Estados Unidos durante un desfile del 12 de octubre y la descalificación a Ángela Merkel -a quien llamó «fracasada»- y con la acusación de que «su ideología le nubla el entendimiento». Por eso, agregó, «se alía con el tiránico régimen de Irán» -en la Alianza de Civilizaciones-, «se pliega» ante Marruecos en el asunto del Sáhara Occidental y se muestra «siempre complaciente» con «dictaduras» como las de Cuba o Venezuela.
Aznar
Zapatero afeó al portavoz popular que la diferencia entre PSOE y PP es que cuando alguien ataca al ex presidente José María Aznar, «sea en Chile o en Caracas», «los primeros en salir en su defensa son los socialistas», pero que cuando desde Venezuela se critica al Gobierno la reacción de los populares siempre es aprovechar para unirse al ataque. Lo mismo, en su opinión, ocurre con ETA. Recordó que cuando el PSOE era oposición siempre respaldó al Gobierno del PP contra el terrorismo, «con tregua o sin tregua, cuando afectaba a las relaciones internacionales y cuando no». «Ustedes nunca», se lamentó antes de reclamar: «¡Pónganse al lado del Gobierno de España alguna vez!».
«En política exterior, en lucha contra el terrorismo, en defensa de los derechos humanos, nosotros siempre miramos el interés general, queremos ser uno como país, nunca dividir, mientras ustedes siempre ponen por delante el interés partidista de corto alcance para intentar dañar al Gobierno, nunca el interés general», resumió el presidente del Gobierno. «¡Qué lástima, qué pena, qué pena!», concluyó.
El portavoz popular mantuvo su línea y acusó al Gobierno de «dar oxígeno al régimen de Castro» al condenar con desgana la muerte de Orlando Zapata y «no hacer nada para salvar a (el disidente Guillermo) Fariñas». Zapatero, prosiguió el portavoz popular, prefiere «plegarse de manera infamante» ante Hugo Chávez, «un parásito de la democracia», al que «parece que han pedido perdón por el auto de la Audiencia Nacional» en un comunicado conjunto en el que «da la sensación de que los culpables son los jueces».
Como colofón, dijo no entender cómo no han reclamado «inmediatamente» una rectificación pública por todas las descalificaciones al embajador de Venezuela ni tampoco la política de «balbuceos y contradicciones» del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Los prolegómenos
De hecho, el 'pim, pam, pum' político por Venezuela había comenzado unas horas antes, en la comparecencia de Moratinos por Afganistán y el Sáhara Occidental en la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso.
El diputado popular Gustavo de Arístegui acusó al jefe de la diplomacia de ser «complaciente» con Hugo Chávez, de darle explicaciones en vez de pedírselas, y de concluir que Venezuela «no apoya el terrorismo sólo porque así lo dice en un comunicado conjunto». En el mismo debate, el parlamentario de CiU Jordi Xuclá también aprovechó para recriminar al ministro de Asuntos Exteriores que «no ha sido suficientemente valiente con Cuba y Venezuela».
No obstante, la petición más redonda la hizo en Telecinco el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, donde aseguró que «el Gobierno debería mantenerse (con Venezuela) en una posición más erguida, más señora, más española».