El temporal de nieve da la puntilla al Gobierno tripartito de Cataluña
El Ejecutivo de José Montilla responsabiliza del caos a las compañías eléctricas y a la virulencia de la nevada
BARCELONA. Actualizado: GuardarLas declaraciones de los políticos, en ocasiones, se vuelven contra ellos. «La situación evidencia la descomposición del Gobierno catalán, que es incapaz de tomar medidas», dijo en 2001 Joan Saura, entonces en la oposición, tras la gran nevada que cayó sobre Cataluña cuando gobernaba CiU. Esa misma frase, o parecida, tuvo que escuchar Saura ayer, un día después de que la comunidad quedara colapsada por el temporal.
La imagen de las carreteras cortadas, los transportes públicos cancelados (salvo el metro) y la sensación de desamparo de los ciudadanos cayó como una losa sobre el tripartito, criticado una vez más por su ineficacia y su descoordinación en la gestión de un contratiempo. Los problemas se acumulan al Gobierno de José Montilla, que aunque alardea de que Cataluña será la primera comunidad que saldrá de la crisis, no es capaz de que pase una semana sin una polémica. La nevada de este lunes ha sido la puntilla.
A poco más de siete u ocho meses para las elecciones, el segundo tripartito patinó durante la administración de un temporal calificado de división de honor por los meteorólogos. El problema añadido para Saura fue que el lunes, mientras miles de catalanes dejaban sus coches en la cuneta o tenían que buscarse la vida para volver a casa, asistía en Palma de Mallorca a unas jornadas sobre el Estatut. «A las dos del mediodía estaba en Barcelona», se excusó el consejero, muy criticado por ausentarse de la cadena de mando en plena crisis.
A pesar de las críticas, el consejero de Interior sacó pecho 24 horas después. «La respuesta del Ejecutivo ha sido muy superior que la que tuvo CiU tras las nevadas del 2001. Hemos tenido una situación excepcional, con espesores de nieve de 60 centímetros, que no tiene nada que ver con la del 2001», dijo.
Añadió que «se avisó a la gente, en 24 horas hemos normalizado el país, salvo en el suministro eléctrico». Un Saura visiblemente enojado reprochó implícitamente a Endesa y a Red Eléctrica la caída de la red y cuestionó su capacidad para normalizar la situación.
Eso sí, también hubo autocrítica. «Puedo reconocer que el nivel de información ha sido insuficiente. Todo el que piense que no ha tenido suficiente información, tiene razón», dijo el responsable de Obras Públicas, Joaquim Nadal.
La oposición no dudó en pedir la comparecencia de Saura, solicitud planteada por CiU, y hasta su dimisión, exigida por el PP.