Hacienda perseguirá a las empresas que empleen a falsos autónomos

Hacienda quiere poner coto a las fórmulas fraudulentas utilizadas en época de crisis por algunas empresas para aumentar su competitividad mediante la elusión de obligaciones tributarias. Por eso, entre las sesenta medidas de su nuevo plan contra el fraude fiscal, la Agencia Tributaria incluye la persecución de prácticas empresariales tan extendidas como el enmascaramiento de parte de la plantilla bajo la apariencia de trabajadores autónomos o becarios en prácticas. El fisco velará, además, para que ningún empresario obligue a hacer horas extra no retribuidas.

El plan del Ministerio de Hacienda detalla que en momentos difíciles como el actual hay firmas que «simulan» el cese de trabajadores, que sin embargo siguen vinculados a la compañía y realizan las mismas funciones «bajo la forma de trabajo por cuenta propia». La empresa deja de cotizar por ellos al Régimen General de la Seguridad Social, el empleado solicita el alta en el Régimen Especial de Autónomos (RETA) y paga su propia cotización.

Hacienda ve en esa práctica «una lesión a los derechos de protección social del trabajador», además de «competencia desleal» a las empresas que cumplen sus obligaciones y «fraude a la Seguridad Social». Y propone actuaciones para identificar estas situaciones, entre ellas un control sobre el RETA para detectar altas de trabajadores que hubieran causado baja recientemente en el Régimen General, al objeto de «comprobar si efectivamente han cesado o realizan las mismas funciones como falsos autónomos».

Mano de obra barata

La Agencia Tributaria quiere acabar además con el empleo de becarios cuya finalidad verdadera no sea la formación, sino su utilización en puestos que deberían estar cubiertos por personal de plantilla. Hacienda destaca que, en ocasiones, «se enmascaran verdaderas relaciones laborales bajo la apariencia de beca», cuya duración puede durar varios años. Y expresa su intención de «aflorar relaciones fraudulentas formalizadas a través de aparentes contratos de beca» cuyo objetivo es «obtener mano de obra barata».

El fisco también considera «un hecho conocido» que en muchas empresas «parte de sus plantillas realizan horas extraordinarias que a veces no son retribuidas ni, por supuesto, cotizadas a la Seguridad Social». Actuaciones que describe como incumplimientos de la normativa laboral y de la Seguridad Social, y que quiere atajar mediante controles directos de la Inspección de Trabajo y de la Tesorería General de la Seguridad Social.

El plan de lucha contra el fraude también acentúa la vigilancia sobre la evasión de capitales y paraísos fiscales. Plantea actuaciones sobre los centros de planificación fiscal ilícita -despachos profesionales o de entidades financieras- que «elaboran y ponen a disposición de sus clientes productos diseñados para eludir el pago de impuestos» y la ocultación de bienes mediante la contratación de servicios en «otros países, incluidos paraísos fiscales». Hacienda se plantea elaborar un censo de contribuyentes que usan esos circuitos e identificar los centros que les prestan asistencia.

Fuentes gubernamentales calculan que el plan tendrá un efecto bruto sobre la recaudación de 4.000 millones de euros hasta 2013. Evitará que la recaudación de fondos de la economía sumergida (8.119 millones en 2009) descienda en 3.000 millones en los próximos cuatro años y reportará otros 1.000 millones adicionales (un 0,1% del PIB).