Los futbolistas del Xerez Deportivo, al término del encuentro, saludan a los aficionados azulinos que acudieron a La Rosaleda y que vivieron en directo la primera victoria del equipo lejos del Municipal de Chapín. :: JUAN CARLOS CORCHADO
CRÓNICA

Siempre hay una primera vez

El Málaga dio vida a un Xerez moribundo que se estrena con victoria lejos del Municipal de Chapín; Momo, por partida doble, Leandro y Orellana se estrenaron como goleadores

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Para todo hay una primera vez en esta vida. Los primeros pasos, las primeras palabras, el primer día de 'cole', el primer amor, el primer... triunfo fuera de casa del Xerez Club Deportivo en Primera División. ¡Y qué victoria! Los azulinos estrenaron ayer su casillero de triunfos lejos de Chapín y lo hicieron en un derbi regional, ante un equipo en un gran estado de forma y con remontada incluida. Además, los tres puntos sirvieron para echar algo de leña al fuego de los soñadores, de los que todavía creen en el milagro y que ayer encontraron tres argumentos para continuar confiando en un equipo que venció al Málaga a base de favores. Y es que el Xerez se impuso en La Rosaleda gracias, en gran parte, a los empujones que los locales les daban. Primero los metieron en el partido con un penalti nada más comenzar, y en la segunda parte les volvieron a dar vida cuando el Deportivo estaba totalmente muerto, pues durante muchos minutos la imagen del Xerez no fue mejor que la ofrecida en Riazor o ante el Espanyol. Pero los azulinos contaron con toda esa fortuna que no han tenido durante la actual campaña y ya tienen ese punto de inflexión que tanto reclamaban para iniciar el vuelo.

El primer favor llegó sin tiempo para comprobar si había crecido el nivel de compromiso de los azulinos, ni espacio para medir el efecto de la revolución que Gorosito había provocado en el once titular, ya que el Xerez se encontró con un penalti que le puso por delante en el marcador. Apenas tres minutos después de iniciarse el encuentro, Velasco Carballo no dudó en señalar el punto de penalti por un agarrón a Míchel en la habitual melé de un saque de esquina. El madrileño corrió a peinar el esférico en el primer palo, cuando fue agarrado por la camiseta por Iván González. Penalti, riguroso, pero tan claro como el que Vicente Moreno pudo cometer en Riazor nada más comenzar.

Momo convirtió ajustando el balón al palo, pero el Xerez no supo encarrilar el encuentro, pues el efecto del gol empujó al Málaga hacia la portería azulina. El tanto dio demasiada tranquilidad al cuadro de Gorosito, pues lejos de buscar la portería que defendía Munúa, se perdieron en ronditos en la zona ancha que acababan con balones en largo desde la defensa.

Y es que la velocidad y el ritmo lo ponían los locales. Sólo el temor y el ansia de verse por debajo en el marcador frente al colista agarrotaba a un Málaga que sólo volvió a sufrir en una jugada más durante toda la segunda parte. Nuevamente, en un saque de esquina al primer palo que Míchel remató en plancha. Munúa respondió con grandes reflejos, pero sólo le dio para despejar y dejar el balón en bandeja para Keita. Justo cuando el malí se disponía a empalar y hacer subir el segundo al marcador de La Rosaleda, apareció la punta del pie de Antoñito para robarle la bola a su propio compañero. El sevillano, de espaldas a la portería, quiso controlar la bola, sin darse cuenta que el balón había quedado franco para Keita. La ocasión se fue al limbo, y el Xerez con ella, pues ofensivamente no volvió a aparecer en toda la primera parte.

El Málaga fue de menos a más y comenzó a merodear las inmediaciones de la portería de Chema superados el 25'. Valdo fue el primero en probar suerte ante las indecisiones de Aythami y Leandro, pero su tiro se marchó por línea de fondo demasiado cruzado. Dos minutos más tarde la fortuna se alió con los azulinos, pues gracias a la suerte y a los reflejos de Chema no entró un disparo a bocajarro de Duda, que repelió primero, el de Orihuela, y segundo, el larguero.

A falta de un cuarto de hora para el descanso el Málaga ya estaba totalmente volcado sobre el área azulina, en la que se encontraba comprimido el cuadro jerezano. Y cuando eran 5' los que restaban para el intermedio llegó el gol del empate. Caicedo encontró espacio en el costado del área, controló y dejó hueco para que Duda trazara una diagonal. El ecuatoriano se la dio al portugués, que le pegó llegando desde su banda y muy pegada al palo. El Xerez agonizaba.

Y terminó de morir en el primer cuarto de hora de la segunda parte. Desde la grada de La Rosaleda se avisaba: «¡¡A Segunda, ooeee!!», pero los de Gorosito no despertaban, no reaccionaban, se vinieron más atrás aún y el primer susto llegó en el minuto uno tras la reanudación. El Málaga sólo tuvo que llevar la bola al área del Deportivo y Aythami casi la introdujo en su propia portería. Fue Chema el que la salvó y casi sin darse cuenta.

En el segundo minuto ya se habían producido dos córners en contra del Xerez y cuando se rozaba el minuto diez, Caicedo tuvo el segundo del Málaga. No llegó. Se hizo esperar una jugada más, y otra vez desde la izquierda, pero esta vez fue Valdo el que remató de cabeza en el segundo palo y le dio la vuelta al marcador. La Rosaleda ardía por más que caía lluvia y la imagen del Xerez no era otra que la de un conjunto muerto, hundido, derrotado y esperando la sentencia matemática que le devolviera a Segunda.

Gorosito trató de reaccionar e introdujo a Armenteros, pero el argentino apenas duró unos segundos sobre el prado malaguista, ya que fue expulsado en su primera acción. Roja directa por un codazo a González. Restaba más de media hora de aparente sufrimiento, pues el Xerez casi no salía de su área, pero salió el arco iris y se produjo el milagro en un saque de esquina que acabó con penalti y expulsión de Duda por parar con la mano un disparo de Keita. El Málaga daba otro empujón a los xerecistas, que casi desperdician el regalo, pues Momo tuvo que remachar su lanzamiento tras la parada de Munúa. Fue entonces cuando el Xerez se vio con fuerzas y se lanzó a por el partido a base de casta, pues con carambolas, empujones y lucha logró remontar el partido con otro córner que Leandro finalizó empujando la bola desde el suelo.

A los 20.000 espectadores de La Rosaleda no les daba para creer lo que estaban viendo, pues ante sus propios ojos resucitaba un equipo muerto, pero no enterrado, pues fue precisamente eso lo que le faltó a los de Muñiz, que no supieron cerrar un partido que tenían totalmente controlado. Sí supo colocar la puntilla el Xerez, que en descuento logró el cuarto. Por primera vez Orellana mostró su potencial con la poesía y se portó con un verso de arte mayor. Gran galopada, regate, definición y dedicatoria a Chile. Resucitado el muerto, sólo resta soñar. Y no sería el primer milagro.

FICHA TÉCNICA

Málaga: Munúa, Gámez, Weligton, I. González, Mtiliga (Baha, 75'), Valdo, Fernando (Foresteri, 78'), Toribio, Duda, Benachour (Apoño, 73') y Caicedo.

Xerez: Chema, Francis, Aythami, Leandro, Mendoza, Carlos Calvo (Armenteros, 56'), Keita, Víctor Sánchez, Momo (Vicente Moreno, 81'), Antoñito (Orellana, 62') y Míchel.

Goles: 0-1: Momo de penalti (4'); 1-1: Duda (40'); 2-1: Valdo (55'); 2-2: Momo (72'); 2-3:Leandro (76'); 2-4:Orellana (93').

Árbitro: Carlos Velasco Carballo, del Colegio Madrileño. Expulsó a Armenteros en el 57' y a Duda en el 71'. Mostró amarilla a González, Gámez, Carlos Calvo, Chema, Mendoza, Aythami, Antoñito y Míchel

Incidencias: La Rosaleda. Acudieron 19.581 espectadores a las gradas del estadio malaguista entre los que había unos 200 aficionados xerecistas.