Vuelven a resolver los galones

La historia se repite. Una jornada más, y ya es algo que comienza a ser habitual en la presente temporada, Germán vuelve a otorgarle valiosos puntos al filial cadista.

El fornido zaguero isleño da muestras de sus habilidades semana tras semana y sigue llamando con fuerza al primer equipo del Ramón de Carranza. Su seguridad defensiva y su olfato goleador (algo que conoce a la perfección el Puerto Real, su rival en el mediodía de ayer, ya que Germán ya sepultó las ilusiones blanquiverdes en la ida con dos goles) son sus principales credenciales para hacerse un hueco en el Cádiz del futuro. Eso sí, las circunstancias serán las que cuenten con la última palabra.

Corría el minuto 71 del encuentro cuando Germán batía a Alonso al cabecear un medido centro de Fran Mejías desde la izquierda. Por enésima vez, la estrategia le daba la victoria al filial amarillo. Al fin y al cabo, el Cádiz B lograba el premio que había buscado con ahínco durante el segundo periodo, ya que la primera de las mitades no pasará a la historia.

A lo largo de los primeros 45 minutos, el juego fue anodino. Cádiz B y Puerto Real saltaron a un rectángulo con las ideas tan nubladas como el día y apenas crearon ocasiones de serio peligro, siendo los locales Fran Mejías y Adri fueron los únicos que se saltaron el guión.

Casta y pundonor

Todo cambió al regreso del intermedio. Por aquel entonces, los pupilos de Ángel Oliva tomaron el mando y comenzaron a cercar el marco del veterano Alonso. De hecho, casi diez minutos antes de lograr Germán el gol cadista, Adri tuvo en sus botas el primero pero el meta blanquiverde salió victorioso en un mano a mano.

En los últimos minutos, el Cádiz B pudo ampliar su renta. Sin embargo, Bienve y Caballero no estuvieron finos para apuntillar a un adversario que únicamente puso en peligro a Ricardo con un tímido intento de Tino en el periodo de prolongación.

El filial cadista se hizo con tres puntos que le proporcionan la permanencia en la categoría y dejan abierta una puerta, la de la conquista de la zona de privilegio. Los de Oliva no truncaron su racha positiva y, de paso, derrotaron en su feudo a un indolente rival tras un lustro de imbatibilidad puertorrealeña en El Rosal.