Al-Qaida exige ahora liberar a presos islamistas a cambio de los cooperantes
La nueva reivindicación complica la resolución del secuestro, ya que Mauritania rechaza con firmeza excarcelar a terroristas
RABAT. Actualizado: GuardarEl secuestro de Albert Vilalta, Alicia Gámez y Roque Pascual se complica. Al-Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) pide ahora que se libere a un «número indeterminado» de islamistas encarcelados en Mauritania a cambio de los tres españoles, en manos de los terroristas desde el 29 de noviembre pasado. Esta exigencia, de la que el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, dice no tener noticia, dificulta la liberación de los cooperantes, ya que Mauritania se niega a excarcelar a prisioneros.
La nueva demanda de los secuestradores fue desvelada ayer a la agencia AFP por uno de los negociadores, que acababa de reunirse con el grupo terrorista en el norte del país. «Exigen ahora la liberación de varios islamistas, particularmente los detenidos en Mauritania», explicó dicha fuente, quien insistió en que los captores «han incidido especialmente en la liberación de sus combatientes».
Al-Qaida había pedido anteriormente la puesta en libertad de presos a cambio de las vidas del francés Pierre Camatte, que fue liberado el pasado 23 de febrero tras atenderse sus exigencias, y del italiano Sergio Cicala, que se encuentra secuestrado en Mali junto a su mujer, la burkinesa Filomene Kaburé. Sin embargo, los terroristas no habían hecho ninguna demanda pública de intercambio de prisioneros por los cooperantes españoles, lo que hacía suponer que sus exigencias eran sólo económicas. El optimismo de las autoridades españolas y malienses por su pronta liberación, como señalaron fuentes del CNI y del Gobierno a la agencia Efe, apuntaban también en ese sentido.
Ayer, el Ministerio de Exteriores español se resistía a admitir que la situación haya cambiado. Miguel Ángel Moratinos se aferró a que su departamento ni conoce ni ha recibido «hasta ahora» comunicado alguno de los terroristas con nuevas exigencias, por lo que despachó las últimas informaciones como «un rumor más» al que no le da «la menor trascendencia». «Por lo tanto, no voy a hacer más comentarios», zanjó el titular de exteriores, que, eso sí, insistió en pedir «prudencia, discreción y responsabilidad».
La ONG Barcelona Acció Solidaria, a la que pertenecen los tres cooperantes secuestrados, siguió al pie de la letra la petición del ministro Miguel Ángel Moratinos y eludió valorar las demandas de los terroristas «si el Gobierno no las confirma», dijo el portavoz Josep Ramón Giménez. La organización humanitaria admite, no obstante, que si la noticia fuera verificada, la liberación de sus compañeros se complicaría.
«No habrá negociaciones. Vamos a hacer todo para conseguir la liberación de los secuestrados, pero estamos en contra de los intercambios y del pago de rescates. Si aceptamos esta vez, habrá que aceptar la siguiente», afirmó el jueves pasado el primer ministro mauritano, Mulay Uld Mohamed Lagdaf.
Esta firmeza ha llevado a su Gobierno español a un enfrentamiento diplomático con las autoridades de Mali, que cedió a la presión de Francia y de los terroristas de Al-Qaida para liberar a cuatro islamistas a cambio de la libertad de Camatte. En aquel momento, los gobiernos tanto Mauritania como Argelia llamaron a consultas a sus respectivos embajadores en Bamako en repulsa por una acción que creen perjudicial para la lucha contra los terroristas de Al-Qaida.