CARTAS A LA DIRECTORA

Material humano

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San Pablo decía: «. y no deseemos con las palabras, sino con los hechos ...». En esa expresión tan breve como rotunda hay un mensaje que deberíamos tomar y poner en práctica cantidad de personas que tienen algo positivo que decir a la ciudadanía.

Estoy cansado de escuchar en el foro a personas, algunas amigas, conocidas otras, que se manifiestan disconformes con todo, o casi todo lo que se refiere a normativa, decretos, anteproyectos y proyectos de leyes, que se elaboran en la sede del Gobierno. Pero lo que me resulta un tanto incongruente es que, algunos de estos disconformes con todo, o casi todo, son personas con un cierto nivel de conocimientos, que cuando lo exteriorizan, se puede ver un contenido de lógica y racionalidad, que ordenadas y bien expuestas, podrían ser tenidas en cuenta al canalizarlas debidamente y hacerlas llegar a sus destinatarios: instrumentos mediáticos, sedes de partidos u otras instituciones.

Otros, que superaron su vida activa y se prejubilaron o se jubilaron y siendo algunos, auténticos compendios de conocimientos muy aprovechables para beneficio de generaciones inmediatas, son olvidados, pero sin que entre ellos se produzca la menor reclamación, aceptando la falta de reconocimiento de quienes fueron sus patrones.

Algunos, que siendo mayores descubrieron en Internet una fuente de vida artificiosa que la hacen suya llegando a relatar viajes imaginarios y fantásticos a los lugares más recónditos del planeta, como protagonistas de los mismos. Bocazas habilidosos que si emplearan su ingenio en escribir un libro, o en denuncias oportunas y beneficiosas para un fin social, es posible que ganaran certámenes literarios, incluso aspiraran al Nobel.

Este material que abunda en nuestros mentideros, material humano en parte aprovechable y en parte menos, porque no sabemos que los deseos hay que materializarlos con hechos y no con palabras, más para eso tenemos que conocernos bien a nosotros mismos. Nos tenemos que mirar más por dentro, conocernos mejor de lo que nos conocemos, de esa forma desearemos con hechos y no con palabras, logrando un pueblo mejor, con mayor calidad de vida en todo. Nos daríamos cuenta que en algunos momentos, es mejor guardar silencio y en otros, no hacer nada y seguir las pautas de los responsables, así de como y de cuando debemos hacernos oír y obrar, es decir, actuar oportuna y solidariamente.