Un grupo de jubilados se manifiesta en Atenas contra la decisión del Gobierno griego de congelar las pensiones. :: AP
Economia

Europa quiere creer a Grecia

El proyecto del Gobierno heleno incluye recortes salariales, congelación de las pensiones y el aumento del IVA Los organismos internacionales, entre ellos el FMI, dan el visto bueno al plan

ATENAS. Actualizado: Guardar
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El Gobierno socialista griego ha endurecido su plan de ajuste contra la grave crisis que afecta al país. Se muestra dispuesto a congelar las pensiones, recortar los salarios de los empleados públicos y subir dos puntos el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) hasta situarlo en el 21%, así como la fiscalidad que grava el tabaco y el alcohol. Calcula que su plan le permitirá ahorrar 4.800 millones de euros -procedentes, en su primera mitad de recortes de gasto y la otra mitad del aumento de la recaudación fiscal- y pide, a cambio, la solidaridad de Europa. De momento, parece haber conquistado la opinión de los organismos internacionales y de las agencias de calificación.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró ayer que las medidas presupuestarias anunciadas por el Gobierno griego para hacer frente a la crisis de la deuda son «muy sólidas». El FMI también instó a las autoridades griegas «a desarrollar e implementar cuanto antes reformas profundas para incentivar la productividad y el crecimiento».

«Estamos listos para apoyar la implementación del plan de las autoridades, compartiendo nuestros conocimientos técnicos sobre estos temas», aseveró un portavoz.

También el Banco Central Europeo y la agencia de calificación Moody's dieron su visto bueno al nuevo plan de choque griego. En la página web de la institución emisora de la zona euro se colocó un poco usual comentario de bienvenida a las «convincentes y permanentes medidas adicionales de consolidación» del programa heleno. Además de valorar la rapidez en la adopción de medidas, el BCE no tuvo reparos en considerarlas «necesarias y apropiadas».

Deuda del Estado

La sociedad de calificación de riesgo Moody's también se manifestó claramente. En opinión de sus analistas, el plan adicional aporta credibilidad a las medidas de ajuste, y justifica que la deuda del Estado mantenga su nivel de calificación A2. No obstante, la perspectiva seguirá siendo negativa, a la espera de que las autoridades sean capaces de llevar a cabo su programa fiscal.

En concreto, los recortes salariales anunciados pueden reducir en un 30% la primera paga extra de los funcionarios públicos griegos y recortar en un 60% la retribución de quienes perciben una decimocuarta mensualidad. A cambio de este nuevo esfuerzo, Grecia espera «la solidaridad de Europa, la otra parte de este acuerdo», dijo el primer ministro, Giorgos Papandreou, en una entrevista con el presidente Carolos Papoulias.

Alemania saludó de inmediato las nuevas medidas de austeridad anunciadas por Grecia. Papandreou será recibido en Berlín por Merkel, en un encuentro que «no tendrá como objeto promesas de ayuda de ningún tipo», según quiso aclarar el portavoz de la canciller alemana. Pero los inversores no se equivocan y para ellos esta visita «podría ser decisiva» para el futuro de Grecia, como señaló el analista Ben May, de Capital Economics.

Las nuevas medidas anunciadas ayer ayudarán a Grecia a refinanciar sus débitos a corto plazo, pero «el Gobierno tendrá que ganarse la confianza de los mercados en los próximos meses», explicó este experto. Mientras el crédito no esté completamente restablecido, la cuestión griega sigue planteándose con insistencia en los mercados.

Alemania, muy apegada a la estabilidad financiera, defiende aún más que sus socios europeos la fortaleza de la moneda única, seriamente afectada por las especulaciones en torno a Grecia. «Tenemos muchos bancos alemanes comprometidos con obligaciones griegas», comentaba el diputado conservador alemán Hans Michelbach, miembro de la comisión parlamentaria de Finanzas.