La provincia se mantiene en alerta naranja por viento
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLa Agencia Estatal de Meteorología mantiene la alerta naranja tanto para hoy jueves como para mañana viernes ante el riesgo de que se produzcan rachas de vientos fuertes, sobre todo en el Estrecho de Gibraltar y en Grazalema. Los cielos estarán nubosos o muy nubosos, con precipitaciones fundamentalmente por la mañana que irán remitiendo a lo largo de la tarde.
Un panorama muy parecido al del día de ayer, en el que apenas se produjeron incidentes pese a que se registraron rachas de hasta 43 kilómetros por hora. Los bomberos tuvieron que realizar algunas intervenciones. En concreto hubo cinco incidencias durante el día. La caída de un cable en la calle Aguamarina en Algeciras, en la zona de rioancho, que acabó atravesado en la calle aunque no se produjeron heridos.
Algunos invernaderos en la carretera de la Florida, en Conil, se vieron afectados. También hubo que proceder al saneamiento de una fachada en la calle Botica, en Villamartín, donde fue necesario el saneamiento de una cornisa. Y un cartel desprendido por el viento en la calle Mari Carmen Requejo Iglesias. En la calle sirenas, en Cádiz capital, había riesgo de caída de aluminio que los bomberos controlaron.
En el resto de poblaciones de la provincia apenas hubo incidencias reseñables. Los Bomberos del parque chiclanero realizaron labores de reconocimiento del estado de algunos viarios del Camino de La Soledad a primera hora de la mañana. Se da la circunstancia de que este punto del término municipal ha sido uno de los más perjudicados en las últimas semanas por las continuas precipitaciones y los vecinos del entorno temían que las nuevas lluvias acarrearan de nuevo la anegación de sus domicilios.
En la Sierra, las precipitaciones no produjeron incidencias reseñables en cuanto a inundaciones de viviendas y calles pero siguieron agravando los problemas de deslizamientos de terreno y desprendimiento de tierras. Zonas rocosas como la Peña de Arcos se están viendo afectadas por la sucesión de lluvias por lo que los desprendimientos no dejan de producirse por pocas precipitaciones que se registren.