El terremoto aparca las disputas entre Santiago y Lima

Las desgracias también unen. Chile ha podido comprobar cómo el terremoto ha despertado la cooperación de todo el mundo. Las ayudas comienzan a llegar desde todos los puntos cardinales. «Es momento de hermandad», dijo incluso Alain García, presidente de Perú, enemistado con Michelle Bachelet por cuestiones fronterizas.

Además algunos mandatarios ha visitado el país para garantizar la ayuda. Ayer fue el caso del presidente de Brasil y de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton. «Michelle no se merecía esto», dijo compungido Inacio Lula da Silva, mientras que Hillary Clinton afirmó que Washington está dispuesto «a ayudar como sea».

La jefa de la diplomacia de Estados Unidos remarcó que el seísmo fue «devastador, ochocientas veces mayor al de Haití», y destacó el «coraje» de los chilenos y el liderazgo de Bachelet. La primera ayuda de Washington se materializó ayer en veinticinco teléfonos vía satélite. Pero Clinton garantizó que no se limitará a eso. En las próximas horas llegarán potabilizadoras de agua, generadores de electricidad, equipos quirúrgicos, de diálisis, un hospital móvil y puentes mecánicos.