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Tomatina india
Actualizado: GuardarAquí la primavera suele manifestarse por pequeños signos que nos van descongelando poco a poco el cerebro: un olor distinto, una brisa templada, algún arbolillo que florece engañado por un día de sol... En India la cosa es mucho más brusca, una revolución imparable que altera la sangre y la vida: Holi, el festival que da la bienvenida a la nueva estación, es una jornada con licencia para la locura, una guerra callejera en la que se busca manchar al prójimo. Niños y adultos salen de casa provistos de polvos de colores y agua teñida y vuelven llevando sobre sus cuerpos kilos de pringue, auténticamente hechos un cuadro. El problema es que esos verdes verdísimos y esos rojos rojísimos, más intensos que los de cualquier primavera, son compuestos químicos nocivos para los ojos, la piel y los pulmones y acaban contaminando la naturaleza que pretenden celebrar.
Por eso, cada vez hay más voces que abogan por un Holi ecológico. ¿Y qué se puede utilizar para ponerse perdido de manera natural? Pocas autoridades habrá en ese campo que superen la experiencia de Buñol, el pueblo de Valencia que cada año arroja, estruja, reduce a pulpa y jugo varias toneladas de tomates. Así que un club infantil de Hyderabad, en el sur del país, ha tomado nota: «Hemos decidido celebrar Holi con tomates. No sólo estaban muy baratos, sino que todo el mundo se lo ha pasado bomba chapoteando», ha declarado el director al periódico 'Deccan Chronicle', que describe el evento como «tomatina al estilo español». Después de la refriega, exhaustos y felizmente sucios, los participantes pudieron relajarse como en la foto y hacer los honores al sol recién estrenado.