Día post Farruquito
Jerez Actualizado: GuardarDicen que después de la tormenta llega la calma (aunque la climatológica no termina de quedarse y desmiente el refrán). Después del 'vendaval Farruquito' del domingo, retorna la mansedad de las tertulias bodegueras en las que prácticamente todos nos conocemos las caras, ya seamos jerezanos, japoneses o franceses. El nieto de Farruco protagonizó la sesión más multitudinaria de las que yo he presenciado en el Festival de Jerez. Las cámaras de fotos y los micrófonos de televisión se multiplicaron y la recoleta San Ginés se quedó pequeña para tanto retrato, autógrafo y sonrisas a mansalva del joven bailaor, que respondía con un amabilísimo «muchas gracias» cuando alguien se atrevía a preguntarle por algo (que todos sabemos lo que es) que no fuera estrictamente artístico.
Lo del domingo fue un paréntesis y creo que los habituales agradecimos ayer que hubiera sitios libres, que quedaran copas limpias en las mesas y que la puerta no se abriera y cerrara tantas veces. Un día más se volvieron a reunir allí los que sólo quieren hablar y aprender de flamenco, tenga el rostro que tenga.