Una familia atrapada entre las llamas

Un fuego aún por esclarecer se cebó ayer con una familia humilde de Chiclana, que tuvo que ser rescatada por los bomberos cuando trataba sin éxito de sofocar unas llamas que terminaron destruyendo el salón de su casa, situada en la urbanización La Carabina, junto al Archivo Municipal. El matrimonio y su hija pequeña resultaron intoxicados por inhalación de humo y tuvieron que ser trasladados a un centro sanitario, pero como medida de prevención ya que su estado no era grave.

El Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz concretó en un comunicado que el siniestro tuvo lugar en una vivienda del primer piso de un edificio de tres plantas del número 77 de la citada urbanización. Además de la familia afectada, el suceso provocó el desalojo preventivo de unas 20 personas, residentes del bloque afectado, ya que el humo se coló por el hueco de la escalera.

El incendio se localizó en dos sofás y afectó a la totalidad del salón, mientras que las llamas y las altas temperaturas destruyeron mobiliario, aparatos eléctricos, diversos enseres, ventana, persianas, lámparas y el techo de escayola.

Los bomberos recibieron el aviso en torno a las 10.32 horas. Del parque de Chiclana salieron cuatro vehículos con siete efectivos. Estos se unieron a agentes de la Policía Local, Guardia Civil y a miembros de los servicios sanitarios que también se desplazaron al lugar del siniestro.

Cuando los bomberos lograron acceder al interior de la vivienda afectada, comprobaron que los ocupantes de la casa se encontraban en el interior intentando sofocar las llamas con un extintor, aunque sin éxito.

Los efectivos contra incendios, provistos de equipos de respiración, accedieron a la vivienda por la puerta y encontraron el salón envuelto en llamas, necesitando hasta 600 litros de agua y tres mangueras para extinguir el incendio.

El humo había inundado ya el piso y había alcanzado el hueco de la escalera. Tras la extinción de las llamas, los efectivos procedieron a realizar las labores de ventilación y a refrescar la zona. En total emplearon 600 litros de agua y tres mangueras durante la intervención.