Cartas

Una gran mujer

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Con la perspectiva que me otorga el hecho de haber conocido durante más de 15 años a Carmen Arena Arévalo, quiero manifestar desde lo más profundo de mi corazón mi más sentido pésame a su familia y a todos los/as amigos/as que siempre mostraron su lealtad y fueron fiel a su amistad.

Carmen esa gran mujer que junto al doctor Carlos Martínez Villar ya no está entre nosotros, fueron los pioneros en organizar a los pacientes anticoagulados en El Puerto de Santa María. Carmen había ejercido durante 12 años como delegada de la Asociación Gaditana de Pacientes Anticoagulados y Portadores de Válvulas Cardiacas en El Puerto. Su actitud en defensa de los pacientes anticoagulados le hace merecedora de poseer el galardón de nuestra asociación AGAC, 'Corazón de Oro'. Cuando Carmen hablaba de solidaridad para ella era universal y nexo de unión entre los seres humanos. Cuando hablaba de amistad ella la magnificaba y estaba dispuesta a comprender y perdonar, sabía reflexionar, escuchar y confiar. Todos estos valores reflejaban la grandeza de su carácter. Por lo tanto, el cariño, respeto y admiración de los pacientes anticoagulados de la provincia de Cádiz será eterno.

Amiga Carmen te fuiste muy pronto. Sé que la vida es corta, te echaremos de menos, mujeres como tú dejan huella, la buena gente nunca muere, estés dónde estés seguro que seguirás labrándote tu espacio para seguir sembrando de los valores humanos que siempre defendiste.