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Es casi perfecto
Álvaro Muñoz Escassi cabalga de nuevo con un 'reality' al que se presentaron 1.500 aspirantes y un presunto romance con la presentadora Arancha de Benito
Actualizado: GuardarAlgo tiene que las tumba. Serán esos ojillos azules de mirada lánguida que parecen estar susurrando a lo Rodolfo Langostino: «llévame a caaaaasa», o será el hoyuelo que parte su barbilla en dos, en combinación con una sonrisa dentífrica y un cuerpo de atleta... Claro que también existe un visible principio de alopecia, pero él lo compensa sabiamente con un flequillo rebelde y una melenita que remata con el siempre resultón ricillo jerezano. Porque Álvaro Muñoz Escassi perfecto no es, pero casi. Este jinete sevillano de 36 años especializado en saltos (dentro y fuera de la pista) se ha convertido, por voluntad propia, en todo un donjuán mediático. Si en el circuito de la hípica sólo monta yeguas de acreditadas ganaderías y mucho pedigrí, fuera de él tampoco se conforma con cualquier cosa. En su interminable lista de conquistas ha saltado de Vicky Martín Berrocal a Lara Dibildos, y de ésta a Mireia Canalda. Ahora mismo, la presentadora Arancha de Benito, definitivamente separada de Guti, podría ser la última en sucumbir a sus encantos.
«Somos superamigos», ha declarado Arancha, tal vez añadiendo un 'osea'. Pero esa superamistad está dando para mucho, pues ya hay testigos que los han visto penetrar en el pegajoso terreno del acaramelamiento. Escassi y la ex del irregular futbolista merengue coincidieron en la megafiesta del famoso Calendario Larios, celebrada el pasado lunes en Madrid (el de Larios es, junto con el calendario chino, el único que comienza en febrero). Se pasaron toda la noche intercambiando confidencias; lo cual dio pie a otro encuentro nocturno en el que pasaron de las palabras al lenguaje no verbal. Está por ver si esta incipiente relación es una enajenación transitoria, el principio de algo serio o una estudiada estrategia del jinete para situarse en el primer plano de la actualidad, con vistas al 'reality' que estrena este domingo por la noche en Telecinco, y que lleva por título: 'I love Escassi'.
El programa de televisión
El programa, conducido por Jesús Vázquez, está grabado, de lo cual se deduce que Álvaro, que sigue libre, no ha conseguido sacar una novia de entre las 17 seleccionadas. Hasta 1.500 mujeres de 18 a 48 años se presentaron al casting; que se dice pronto... «Si encuentro a la persona que me lo da todo, no busco más», declaró hace poco el jinete en el plató de 'La Noria'. Lo que ya no se atrevieron a preguntarle los periodistas es qué entiende él por 'todo'. Debe de ser mucho ese todo, pues mujeres atractivas, inteligentes, interesantes y encima enamoradísimas y entregadísimas como Vicky Martín Berrocal o Lara Dibildos no han conseguido colmar sus expectativas.
No es la primera vez que el jinete se 'cae' del caballo para ponerse delante de una cámara, pues ya participó con éxito en 'Supervivientes 2009'. Lástima que un esguince de tobillo le obligara a abandonar el concurso cuando había logrado colocarse entre los favoritos. Con esa retranca andaluza que aliña con gracia un discurso no demasiado elaborado, y el inconfundible estilo de quien se sabe un truhán, pero también un señor, Escassi se defiende bien en los platós. En uno de ellos se confesó «malote» y «amante de lo prohibido», dos ingredientes imprescindibles para cualquier aspirante a Casanova. También admite haber sido infiel, pero lo justifica con un «todos metemos la pata alguna vez». Según él, se ha enamorado. El problema es que le dura poco la alegría. Eso sí, cuando se cansa, nada de marear la perdiz. «Soy muy sincero y lo digo. Prefiero cortar a estar engañando».
La primera sufridora
Vicky Martín Berrocal no fue la primera en su vida, pero sí la primera famosa en sufrir su pregonada inconstancia. La ex mujer de 'El Cordobés' se enamoró perdidamente de este donjuán a caballo hace cinco años. Así lo confesó entonces a este periódico. «Después de Manuel (Díaz), que ha sido el gran amor de mi vida, sólo me he enamorado de Álvaro Muñoz Escassi, un hombre muy importante para mí». La racial Vicky había tenido anteriormente una historia con el futbolista de color Denilson, pero aquello no fue amor. «Denilson es un hombre estupendo -confesó la diseñadora flamenca-, pero le pagué con una moneda que no se merecía. Descargué en él mi rebeldía, porque todo me había salido mal. Luego llegó Álvaro y él ha sido el hombre más importante después de Manuel. Y no me pregunte por qué rompimos... Sólo diré que me dio mucha pena».
Está claro: algo tiene Escassi que las arrebata. Porque si lo de Berrocal fue duro, mucho más tremendo fue lo de Lara Dibildos. Con ella, la madre de su único hijo, el jinete se enzarzó en una peligrosa relación de ni contigo ni sin ti que les condujo a sucesivas rupturas y reconciliaciones. Sin embargo, la paternidad tampoco pudo calmar la sed de seducción del jinete. Finalizada su relación con Lara, volvió a cabalgar de nuevo y terminó conquistando a otra famosa. En este caso, Mireia Canalda, ex de Ronaldo. Aquello duró, como diría Joaquín Sabina, lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks.
La propia Canalda lo resumió así en estas páginas. «Con Álvaro no rompí porque hubiera terceras personas. Fue porque se acabó la chispa. Yo veía que en sus ojos no había chispa. Lo comentamos y decidimos romper. En realidad cambió todo en una semana. Fue algo muy rápido. De pronto no había lo que se veía desde un principio. Él me dijo que era cierto, que simplemente no sabía lo que había pasado, pero que esa chispa en él había desaparecido. En ese momento es muy duro escuchar: No siento lo que debo sentir. Así que una coge las maletas y se va. Me fui yo. Estábamos de vacaciones en Sotogrande, un lugar donde él juega al polo y está con su familia y amigos. La que tenía que irse era yo». «Con Álvaro -recuerda Canalda- viví tres meses intensísimos. Yo creo que eso es lo que le pasa a él...» Y es entonces cuando Mireia descubre por fin la clave, el secreto, ese pequeño detalle que hace que Escassi sea sólo 'casi' el hombre perfecto: «Vive todo con tal intensidad que lo quema rápido».