ESPAÑA

Los pinchazos de la discordia

Las intervenciones desvelaron la implicación de algún letrado que terminó imputado pero también descubrieron estrategias de defensa

MADRID. Actualizado: Guardar
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Las escuchas bajo sospechas son una veintena de pinchazos telefónicos y grabaciones en los locutorios de la prisión madrileña de Soto del Real de conversaciones entre el cabecilla de la trama 'Gürtel', Francisco Correa, su primo Antoine Sánchez, y el 'número dos' de la red, Pablo Crespo, con siete abogados diferentes: José Antonio Choclán, Gonzalo y Pablo Rodríguez-Mourullo, Juan Ignacio Sanz Cabrejas, Juan Ignacio Vergara Pérez y José Antonio López Rubal (imputado después) e Ignacio Peláez, ex fiscal de la Audiencia Nacional y letrado del constructor José Luis Ulibarri.

Peláez, a pesar de que su patrocinado no estaba en la cárcel, participó en esos encuentros para preparar la estrategia de defensa conjunta de los imputados y, además, es el demandante en la querella ahora aceptada por el Supremo.

Esos 'pinchazos' fueron autorizados por el primer instructor de la causa, Baltasar Garzón, a través de un auto secreto, el 19 de febrero de 2009, días después de que los tres principales imputados entraran en la prisión madrileña. Las escuchas fueron prorrogadas el 20 de marzo por el mismo juez porque a pesar de que se había inhibido del caso dos semanas antes, todavía nadie se había hecho cargo del sumario. El juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid Antonio Pedreira, que se convirtió en el instructor del tronco central poco después, volvió a prorrogar esas intervenciones.

Los diálogos, hechos públicos en octubre tras el levantamiento parcial del secreto del sumario, sacaron a la luz las principales estrategias de defensa de los cabecillas de la red corrupta y revelaron supuestas maniobras para obstaculizar la acción de la justicia. En uno de estos pinchazos, Crespo daba instrucciones para opacar los fondos de la organización en Suiza y esconder documentos sobre una supuesta financiación irregular del PP gallego.

En otra intervención, el propio Correa ordenaba a los letrados coordinar las declaraciones de los imputados e insinuaba a sus abogados que plantearan como línea de defensa que el famoso 'pendrive' (el archivo con la contabilidad B de la trama) era un «montaje» del ex concejal del PP en Majadahonda José Luis Peñas, el edil que denunció ante la Fiscalía Anticorrupción la existencia de la red 'Gürtel'.

En esas intervenciones, algunos letrados desvelaban también sus relaciones con los jueces y con las dos fiscales del caso, además de sus estrategias para retrasar las comisiones rogatorias y sus preferencias sobre los posibles tribunales. Una de las escuchas recoge una conversación entre Peláez y el abogado y también imputado López Rubal en la que, según los informes policiales, ambos acordaron «justificar» una «entrega de dinero» bajo sospecha «como un pago por prestación de servicios» a una empresa de consultoría.