Curitas y sindicalistas
Actualizado: GuardarRecientemente, en la sección de cartas, elseñor Luis Suárez pone de manifiesto un desprecio absoluto hacia lo que él llama «curita obrero». Este señor miente y esconde el verdadero significado histórico de los curas obreros y a su vez con dicha opinión parece negar incluso la existencia de Jesús de Nazaret, el cual siempre estuvo con los más necesitados y en contra del poder. Cuando habla de los sindicalistas lo hace con medias verdades y muchas mentiras. Como sindicalista de la época franquista y de la transición democrática, puedo afirmar que el compromiso social de estos «curitas» con la iglesia de los pobres era total. Consiguieron romper la alianza del catolicismo con la dictadura franquista, trabajando diez y doce horas codo con codo junto a campesinos, en los astilleros gaditanos, dique de Matagorda y en la construcción, en definitiva, en todos los sectores de producción. Su actitud hace despertar la conciencia de otros colectivos integrados dentro de la iglesia como los cristianos de bases Hoac. Desde mi humilde opinión, ellos sí cumplieron con el verdadero Evangelio, ya que siempre estuvieron al lado del necesitado. Como ciudadano y sindicalista, para mí ha sido un verdadero honor trabajar juntos y compartir momentos de alegrías y sufrimientos a consecuencia del trato injusto que recibíamos por el sólo hecho de intentar mejorar las condiciones jurídicas-sociales y económicas de los trabajadores. Señor Suárez, en su carta usted niega la evidencia de los hechos y es por lo que le aclaro que después de más de veinticinco años ejerciendo el sindicalismo jamás recibí dinero ni otra dádiva al igual que muchos otros compañeros y compañeras que luchamos por la libertad y la justicia social. Permítame, señor Suárez, que suponga que su profesión es la de cura con pensamientos del nacional-catolicismo ideología de poca sensibilidad humana y que como la historia cuenta siempre se han destacado por estar al lado del poderoso y en contra de la transformación dentro de la Iglesia. Con todo mi respeto a su libertad de expresión, cuando la ejerza, por favor, hágalo con fundamentos documentados, de lo contrario los gaditanos podrían pensar que sufre usted de una mitomanía.