Fiesta pasada por agua
Actualizado: GuardarEl temporal se ha cargado este carnaval, como se ha cargado tantas cosas mucho más importantes en nuestra provincia. La delegación de Fiestas del Ayuntamiento bien puede decir aquello de que no envió sus técnicos a luchar contra los elementos, pero una vez más, porque pasa año sí año también, no podemos olvidarnos que en febrero hace mal tiempo y habría que tener preparados planes de contingencia. Ese fue el motivo, lo sabemos los más viejos, de que se hiciera aquel truco de trasladar la fiesta a mayo, redisfrazándola de nuevo.
Nada se puede hacer contra el viento y la lluvia, sobre todo si cae con tan mala leche como ha caído esta semana. Deslucidos los carruseles, en las casapuertas las ilegales, visto con una semana de perspectiva lo que parece exagerada es la aceleración de la cabalgata magna, que voló casi a paso de horquilla por una avenida empetada y que, con el desorden habitual, con una fúnebre carroza vacía dedicada a Michael Jackson donde no había ni un mísero muñequito del cantante y recordaba a la semana santa que ya asoma, apenas duraba veinte minutos mal contados, vámonos que nos vamos no sea que se nos mojen los maromos que de todas formas ya van a coger un buen resfriado por esa manía boba de enseñar carne.
La cabalgata ha tenido al menos dos cosas buenas: las vallas protectoras, que han eliminado buena parte de los imbéciles trashumantes en medio, y que por fin algunas de las agrupaciones, con sus familias, fueran montadas y mostrándose: eso es lo que viene buscando mucha gente de fuera, la que carga con niños y abuelas, la que vive el carnaval de Cádiz sin entenderlo de otra forma. Pero sigue siendo pobre en concepto, las carrozas no se identificaban con los países sudamericanos (¿tan pocos hay?) si no era por el cartelito de marras, y los niños de hoy me temo que estén más por Sinchan que por la ratoncita Minnie.
La cabalgata tendría que ser mucho más importante de lo que es. El año que viene, que caerá en marzo, esperemos que al menos amaine el tiempo y se iluminen las ideas y los presupuestos de quienes la organizan, que no todo va a ser ganancia para la empresa de las sillas.