Porta y Antolina ya son marido y mujer
La pareja ya vive en una casa alquilada y piensa en el regreso a España, aunque no tienen recursos para pagar los billetes de avión El chipionero, en libertad con cargos en Honduras, espera que le concedan la amnistía en breve
Actualizado: Guardar«Ha sido una ceremonia muy bonita, María Antolina estaba muy emocionada». Su voz irradia felicidad. En la resaca del día más especial de su vida, Antonio Porta, el chipionero en libertad con cargos en Honduras, no hacía más que pensar en su familia. «Un amigo mío nos ha grabado un vídeo y se lo van a enviar». Ya se ha instalado junto a su esposa, María Antolina García Oncada, en una vivienda alquilada. «Ahorita vamos a salir a hacer la compra para comer».
Toni, como lo llaman en casa, espera con ansiedad que el nuevo parlamento hondureño le conceda la amnistía. Algo en lo que también confía María Antolina, la mujer por la que Porta viajó hace cinco meses sin importarle los disturbios políticos que se estaban sucediendo por el golpe de Estado de Micheletti. Unos altercados en los que se vio «casualmente» envuelto, y que provocó su detención y posterior condena a ocho años de cárcel por delito de sedición. Tras pasar un mes en prisión fue puesto en libertad con cargos, lo cual le impide, de momento, regresar a Chipiona.
La ceremonia se celebró en la Iglesia del Calvario y los padrinos fueron Antonio, el empresario gaditano residente en Tegucigalpa que está ayudando a Porta, y una prima de la novia. «Nos casó el padre Marcos, alguien que nos quiere mucho porque cuando ambos estábamos en prisión nos pasaba los mensajes del uno al otro», recuerda María Antolina. El banquete, a base de arroz con pollo y refrescos, tuvo lugar en un salón llamado El Copén. «Al principio brindamos con champán y nos regalaron una tarta preciosa de tres pisos». La música y el baile alargó la fiesta, con 200 invitados, hasta las dos de la madrugada.
Ahora, la feliz pareja, comienza una nueva vida con las miras puestas en el viaje hacia España. «Se me hace difícil porque nunca me he separado de mi familia y mi papá tiene ya 84 años. Pero entiendo que Toni quiera volver, con todo lo que ha pasado». El chipionero y su esposa comenzarán a ahorrar para pagar los 2.000 euros de los billetes.