Descarga. El acceso a pornografía infantil es cada vez más fácil desde las redes P2P.. :: EFE
Ciudadanos

Piden seis años de cárcel para dos gaditanos por difundir pornografía infantil

Los acusados obtenían los archivos pedófilos de Internet, por medio de programas como Emule, con el que también los distribuían

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Los pederastas han encontrado en Internet un océano de información en el que resulta muy fácil -demasiado fácil- encontrar material pornográfico en el que aparezcan menores: vídeos e imágenes, que circulan por la Red procedentes de todo el mundo. Los pedófilos no necesitan pertenecer a redes privadas o buscar mafias en oscuros foros.

Ni siquiera entran en contacto directo con los corruptores de los menores. La pornografía infantil está al alcance de cualquier persona (también de menores) y es gratis, flotando en redes de intercambio de archivos (conocidas como P2P), tan populares como Emule.

Gracias a este programa informático, Roberto Carlos A. L. y Francisco D. C. -dos vecinos de Cádiz- obtuvieron y distribuyeron supuestamente cientos de archivos con contenido pedófilo. No se conocían entre sí (uno vivía en Segunda Aguada y otro en el Centro) pero compartían presuntamente las mismas imágenes y los mismos vídeos en sus ordenadores, en los que aparecían menores de trece años con escenas de sexo explícito.

En diciembre de 2006 ambos gaditanos fueron detenidos por la Guardia Civil dentro de una macroperación a escala nacional que perseguía la corrupción de menores. Los dos detenidos, no obstante, fueron puestos en libertad con cargos por el juez instructor del caso.

Tres años después de aquella intervención policial, los dos gaditanos se sientan en el banquillo de los acusados en la Audiencia Provincial de Cádiz, en el primer juicio de estas características que se celebra ante este tribunal.

No sólo la s descargaban

Los archivos que se encontraron en sus ordenadores eran aberrantes con un «contenido especialmente vejatorio o degradante» para los jóvenes que aparecían, «algunos de ellos menores de trece años».

Así lo recuerda el fiscal en el escrito de calificación, en el que les acusa de dos delitos de «distribución de material porno sobre menores» y solicita al tribunal que imponga una pena de seis años de cárcel a cada uno de los acusados.

Ambos pedófilos descargaron las imágenes y vídeos desde el Emule, utilizando las redes P2P (siglas de 'igual a igual' en inglés), que ponen en contacto ordenadores de todo el mundo, sin necesidad de que sus dueños se conozcan. Este tipo de sistemas permiten no sólo descargar los archivos de internet, sino también compartirlos con los cibernautas conectados.

Por ello, la Fiscalía acusa a Roberto Carlos y a Francisco no sólo de poseer las fotografías y vídeos pedófilas, sino también de distribuirlas, «extremo que era conocido» por los acusados.

Aunque ambos no se conocían de nada y no «consta que mediase acuerdo entre ellos» para cometer el supuesto delito, los dos gaditanos serán juzgados en una misma vista oral (el próximo miércoles 24 de febrero), ante la sección tercera de la Audiencia Provincial.

Aunque el caso se juzgue en Cádiz, la investigación de los hechos comenzó en Barcelona, después de que la Guardia Civil en Cataluña recibiera una denuncia de un particular, que bajó sin querer un vídeo en el que aparecía un menor.

Este tipo de descargas por error son muy usuales, ya que la pornografía infantil viaja muchas veces por la red disimulada con nombres falsos, generalmente de películas de cine comercial.

Además, este tipo de descuidos suelen ser utilizados por los imputados en delitos de corrupción como excusa, para exculparse ante la Justicia.

Operaciones nacionales

Sin embargo, en el caso de Roberto Carlos y Francisco, la Guardia Civil encontró gran cantidad de documentos pedófilos no sólo en los discos duros de sus ordenadores, sino también en cedés y deuvedés, que probarían que ambos gaditanos descargaban la pornografía conscientemente.

Por desgracia, cada año la Guardia Civil da a conocer numerosas investigaciones similares contra la pornografía infantil, en las que no pocas veces aparece la provincia de Cádiz entre los registros. La última, sin ir más lejos, se conoció el pasado 9 de febrero, cuando la Benemérita detuvo a un gaditano dentro de una operación por toda España en la que cayeron 25 supuestos pedófilos más.

El gran volumen de detenidos, sin embargo, más que un éxito puede suponer muchas veces un obstáculo para la instrucción judicial, ya que retrasa la celebración de los juicios.