Jerez

Bienvenidos a San Dionisio

El histórico templo abrió de nuevo sus puertas al culto ordinario

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Siete años cerrada al culto. Siete años de carteles, de obras y también de maquinaria. Siete años de éxodo para las hermandades que allí residían, y siete años de uso parroquial de la Santa Iglesia Catedral, que más bien parecía un 'parking' de cofradías antes que una sede catedralicia.

Siete años han pasado desde que se cerraron sus puertas de manera provisional, desde aquellas inolvidables misas del recordado padre Bicicleta, como se le conocía cariñosamente al sacerdote de San Dionisio por la velocidad a la que celebraba las eucaristías. Siete años que han parecido un siglo, debido a la importancia histórica y cultural de este templo, una de las grandes joyas del patrimonio jerezano que gracias a la intervención del Ayuntamiento de la ciudad, junto con el Obispado, ayer pudo por fin ver de nuevo la luz.

Nadie olvidaba la grandiosidad del templo, pero fue ayer cuando pudimos refrescar la memoria y comprender la trascendencia que ha tenido que San Dionisio esté cerrado. Obra gótico mudéjar, el templo es de los más antiguos de la ciudad, y su valía es incuestionable. Por eso, las máximas autoridades de la ciudad no quisieron perderse el acto de inauguración, al que asistieron, entre otros, la alcaldesa de la ciudad, Pilar Sánchez y el obispo de la diócesis, José Mazuelos.

En el templo ya estaban las imágenes que recibirán de nuevo culto en San Dionisio, las de la hermandad del Mayor Dolor. En un traslado hermoso y sencillo, los titulares de la hermandad del Jueves Santo pudieron por fin dormir en la que ha sido y será siempre su casa. Tras años de ostracismo en la Santa Iglesia Catedral, donde pese al altar que ocupaban no se podían sentir en su casa, la cofradía que preside Rivelott recuperó ayer parte de su historia, la que le une al templo mudéjar de la plaza de la Asunción, la que nos evoca a una salida del paso de palio encajonado entre naranjos.

El acto de apertura

El templo recuperó ayer la normalidad con un emotivo acto que contó con la presencia de la Coral de San Dionisio Aeropagita, que entonó antes de dar paso a José Luis Repetto, párroco de San Dionisio, 'Gloria a Dios para siempre', de Palazón. Repetto, emocionado, fue el encargado de abrir el acto con su discurso, el que le aleja de manera definitiva de la Santa Iglesia Catedral para convertirlo en párroco de San Dionisio, y lo que abre nuevas incógnitas sobre el futuro del clero en la diócesis. Tras las palabras del canónigo, la 'Coral Cantata 84' dio paso a la alcaldesa Pilar Sánchez, que en nombre de la ciudad mostró su satisfacción por la recuperación de una joya del patrimonio jerezano. No en vano, el Ayuntamiento de la ciudad ha sido el principal valedor de las obras en el templo, ya que desde el primer momento en que se cerró la iglesia, siempre ha mostrado su colaboración y predisposición en las obras de rehabilitación, que han sido costosas y complicadas.

Por último, cerró el acto el prelado de la ciudad, monseñor José Mazuelos, que seguro quedó fascinado por la belleza del templo una vez reabierto, ya que lo conocía de las visitas que había realizado a las obras desde que fue nombrado obispo de la diócesis.

Está previsto que la imagen de la Pastora de San Dionisio regrese al templo el próximo sábado si la meteorología lo permite, y la primera misa será el día de Andalucía, 28 de febrero, a las once y media de la mañana y otra dos horas después. Con ello, se reactiva la vida cultual y parroquial de uno de los grandes templos de Andalucía, que es la máxima garantía de que no vuelva a cerrarse. El culto, las visitas diarias, recuperar la importancia que nunca debió perder. Esas son las claves que el obispado ha puesto sobre la mesa para conservar el innegable patrimonio que la iglesia pone al servicio de la ciudad.