El líder encuentra nuevas soluciones

El Barça, que en los últimos partidos había acusado en exceso la dependencia de sus goleadores habituales (Messi, Ibrahimovic y Pedro), encontró nuevas soluciones para superar 4-0 al Racing y asegurarse el liderato ante el acoso del Madrid. Iniesta, que no marcaba desde su golazo al Chelsea en Stamford Bridge, hace ya más de nueve meses, abrió la victoria en su partido oficial 300 como azulgrana. En el día de los 'sin gol', el criticado Henry, que sólo llevaba dos, marcó de falta directa, al igual que Márquez, que también se estrenaba este año. Y el canterano Thiago Alcántara, una de las joyas del filial, inauguró su cuenta al final, con nueve canteranos en el césped, una forma quizás de celebrar el partido oficial 100 en el banquillo de Pep Guardiola. La mala noticia, que siempre la hay, fue el golpe en el pómulo derecho que se llevó Puyol, sustituido en la segunda parte y duda para Stuttgart.

Sensibilizado con la plaga de lesiones, Guardiola dejó en la grada a Ibrahimovic. El técnico sí arriesgó alineando a Touré, que recibió una semana antes de lo previsto el alta médica por su lesión muscular.

No le quedó más remedio porque con las bajas de Xavi y Keita, además de las de Alves y Abidal, no le quedaban centrocampistas en el primer equipo. Busquets, incluso, salió del pivote para jugar de interior. También reapareció Henry después de tres suplencias. En definitiva, un once con muchos cambios en un momento complicado: tras la derrota en el Calderón y con el Madrid pisando los talones en la clasificación. Una prueba de fuego ante un Racing que la pasada temporada arrancó un 1-1 del Camp Nou en los inicios de Guardiola.

El Barça notó la falta de compenetración y la presión en unos nerviosos primeros minutos en los que el Racing dispuso una espesa tela de araña en el centro del campo. Miguel Ángel Portugal sabía que el líder, sin Xavi, iba a sufrir en la creación. Y Guardiola, previsor, también ideó la solución: fútbol más directo con pase largo desde la defensa de Márquez o Piqué, los dos centrales más dotados para ello de la plantilla. Y así llegó el 1-0 en el minuto 10. Márquez se saltó el ceremonial del juego de toque con un pase largo a la espalda de la defensa cántabra, Henry lo peleó por alto arrastrando atrayendo la atención de Crespo, su marcador en la banda, e Iniesta aprovechó el espacio libre para superar a Coltorti con la izquierda.

El Racing jugaba con orden, pero no creaba peligro, echando de menos a los sancionados Munitis, Colsa y Tchité. Y el Barça, aunque sin brillo, sí tuvo ocasiones producto de la mayor calidad individual.

Henry, sospechoso de estar haciendo una larga 'pretemporada' para llegar lo más fresco posible al Mundial, se reivindicó al transformar con fortuna una falta al borde del área: se abrió la barrera para desesperación de Coltorti. Era el tercer gol del francés en la Liga, una cifra que todavía no está en consonancia con su nómina. También de falta directa logró Márquez el 3-0 en el minuto 34, en este caso con una ejecución impecable. Sorpresas que da el fútbol.

La goleada la cerró Tiago, hijo de Mazinho, que recibió un pase en el área de Leo Messi.