Sociedad

Terminan las obras del Centro de Interpretación del Teatro Romano

Queda pendiente la segunda fase, que dotará a las instalaciones de contenido museográfico

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La primera fase de las obras del Centro de Interpretación del Teatro Romano de Cádiz está lista. A falta de algunos detalles, el proyecto arquitectónico ideado por Tomás Carranza y Francisco Javier Montero, que pretendía integrar una de las grandes joyas del patrimonio histórico gaditano en el corazón de El Pópulo, es ya una realidad. Queda pendiente, a cargo de Cultura, la ejecución y puesta en uso del contenido museográfico que deberá dotar a las instalaciones de paneles explicativos, audiovisuales y otros elementos didácticos capaces de convertir lo que hoy por hoy es una árida visita en un paseo divertido y provechoso.

Los padres de la idea han partido de principios con los que cualquier ciudadano de Cádiz está sobradamente familiarizado: aprovechar el espacio disponible y suplir la falta de recursos con imaginación. El Centro se constituye, finalmente, como la suma del conjunto de locales, actualmente inconexos, que ocupan parte de las plantas bajas de la Posada del Mesón y el de la finca número 13 de la misma calle.

Miradores

Mediante un sistema de escaleras y rampas los técnicos han superado las diferencias de cotas y han logrado conformar un espacio continuo que permite al visitante entender a qué monumento se enfrentan, y dónde podrán conocer algunos de sus datos fundamentales para comprender este tipo de construcciones. En la primera estancia se ha habilitado el espacio que acogerá el área de control, con la recepción, los servicios de seguridad y una tienda, además de un primer acceso al denominado Mirador de Cubierta: una terraza con paneles explicativos que ofrecerá una visión general del graderío.

Ahí arranca propiamente el recorrido, a través de una calle interior que conduce hasta el vestíbulo principal, ubicado en uno de los costados de la Posada del Mesón. Dada su posición estratégica -junto al patio, sobre el área de la escena y volcado a la cávea-, este espacio se erige como el más representativo del Centro y, por lo tanto, es el que acoge las mejores perspectivas laterales del teatro excavado con otro de los grandes incentivos del proyecto: los pozos de visualización.

A lo largo del itinerario, una serie de ventanas practicadas sobre las paredes de la construcción permiten que los usuarios no pierdan de vista el teatro descubierto, mientras que los citados pozos ofrecerán una mirada completamente novedosa de los hallazgos. Estas perforaciones entubadas proporcionan una singular y novedosa perspectiva sobre los restos arqueológicos situados bajo tierra.

Esta combinación de aperturas estratégicas, tanto horizontales como verticales, garantizan la continuidad de la visita, ya que alternan una panorámica casi continua del teatro visible, con otra puntual del teatro oculto. Además, para ilustrar el paseo, se completará el recorrido 'in situ' con otro virtual, gracias a la proyección de información didáctica en las propias paredes del túnel.

Al terminar el pasillo se encuentra el Área Didáctica y Audiovisual. Es el ámbito más cerrado de la edificación, ya que requiere de un perímetro opaco para facilitar la visualización de los vídeos. El programa ofrece, como punto final, la posibilidad de tener un contacto físico con el monumento a través de una pasarela metálica que, a modo de balcón suspendido, se asoma al centro del graderío.

La terminación y puesta en uso del nuevo Teatro Romano de Cádiz, con sus instalaciones dedicadas a la divulgación, completará la oferta de una zona repleta de incentivos patrimoniales: la Capilla de las Reliquias de la Catedral Vieja, el Conjunto Arquitectónico de la Casa de la Contaduría y la Casa del Obispo.